En una papa caliente para Comfenalco y la Alcaldía se convirtió la responsabilidad del cuestionado contrato de operación de desayunos escolares entablado con la ONG Corfavida, señalada de ser una entidad ‘de papel’.

Ancízar Carrillo Reyes, director de la Caja, y cercano al  grupo político del ex alcalde y hoy representante al Cámara, Rubén Darío Rodríguez, aseguró que fue el Municipio y no Comfenalco quien entabló un convenio con la entidad sin ánimo de lucro.

Con lo anterior, desvió el señalamiento lanzado por la concejala Linda Esperanza Perdomo, sobre que a través de la caja se tercerizó la millonaria contratación, para quedar al final en manos de la ONG, que tiene de domicilio una casa de familia.

Carrillo afirmó que el convenio de los desayunos escolares es de 2008, tripartito, y aúna los esfuerzos del Instituto de Bienestar Familiar, Icbf, la Caja y  la Alcaldía, que se encarga de aportar la mano de obra.

“Comfenalco se dedica simplemente al suministro de los alimentos. La contratación de la ONG la hace la Alcaldía y no Comfenalco”, aseveró.

Desmintió de este modo que las labores las hubiera asignado ‘a dedo’ y dijo que para los alimentos tienen ahora abierta una convocatoria “igual a las licitaciones del sector público”.

Al respecto de las declaraciones de la concejala Linda Esperanza Perdomo, el Director dijo que piensa que no es exacta la información.

“Traté de localizarla, conseguí a un amigo, Éver Sánchez y me dice que no fue propiamente lo que ella dijo, que era sobre que la contratación la había hecho la Secretaría de Educación, pero los titulares están diciendo lo contrario”, finalizó.

DENUNCIA
La denuncia sobre las posibles irregularidades en la contratación de los desayunos escolares, programa cuya inversión en los últimos cuatro años fue de 40 mil millones de pesos, la elevó la concejala del Partido Verde, Linda Esperanza Perdomo. Entre las anomalías figura que Corfavida fue creada y registrada en la Cámara de Comercio el 23 de octubre de 2008, tres meses antes de firmar el primer convenio de desayunos escolares, pese a que la norma establece que una ONG, para poder manejar dineros públicos, debe tener una vida jurídica superior a los seis meses. Así mismo, señaló que el domicilio de la entidad es una casa de familia, en la calle Quinta con carrera Octava, del barrio Belén. Por último, cuestionó que a esta entidad se le diera a manejar miles de millones de pesos, pese a que su patrimonio reportado era de cero.