A pocos meses de cumplir la primera década de fundación, los habitantes del barrio 2 de Junio esperan que como regalo de cumpleaños, la Administración municipal termine de construir el salón comunal y sea pavimentada una de las calles.

Aparte de esto, le solicitan a la Policía Metropolitana que les brinde más seguridad, ya que son numerosos los atracos que se presentan a diario, sumándose a ello la cantidad de viciosos que alteran la convivencia pacífica de los residentes.

Los problemas

Según lo manifestado por Nelsy, habitante del barrio, cada vez que llueve el alcantarillado se tapa y por los sifones rebosan las aguas negras, esto sucede ya que la vía por donde vive no está pavimentada y el barro se acumula en las alcantarillas.

 “Nos dicen que hasta que el Ibal no cambie las tuberías no pueden pavimentar.

“Eso lo entendemos, solo que nos molesta que desde hace tres años nos están prometiendo el arreglo de la vía, diciendo que ya están las licitaciones pero nunca arrancan con la obra; estamos perdiendo las esperanzas”, anotó la mujer.

En cuanto a la caseta comunal, algunos de los residentes de la antigua Villa del Sol IV etapa, manifestaron que durante un tiempo se realizó la remodelación, pero las obras se suspendieron y las paredes quedaron sin pañetar.

Se estima que luego de que sea concluida la nueva caseta comunal, adyacente a la antigua que está fabricada con esterillas y tablas, sea utilizada para instalar un hogar de bienestar, donde se pueda tener una sala cuna con los equipos necesarios. Por medio del Sena se espera capacitar a los residentes del 2 de Junio.

En cuanto al parque infantil, la zona está atestada de matorral y los accesorios necesitan mantenimiento.

Inseguridad

Uno de los azotes de ‘la Capital Musical’, son los asentamientos de pequeños grupos de personas que se dedican a expender e ingerir sustancias psicoactivas y este sector no es ajeno a la problemática. Asegura, la mayoría de su habitantes, que por la falta de patrullajes por parte de la Policía, este tormento no se logra erradicar y es ‘pan de cada día’.

Asegura un habitante, quien solicitó la reserva de su identidad, que en casi todas las esquinas del barrio, se acentúan jóvenes a fumar marihuana sin importar que haya niños cerca a ellos, razón por la cual deben mantener a los menores dentro de los hogares para que no les vayan a ofrecer alguna sustancia alucinógena.

Historia

En un principio este barrio era conocido como Villa del Sol IV etapa, comenta Nelsy, una de las primeras en llegar, quien aclaró que el nuevo nombre fue tomado después de una reunión de la JAC, en la que se decidió mayoritariamente por 2 de Junio, ya que ellos se tomaron los lotes precisamente esa fecha de 2002, siendo las 2:00 de la mañana.

“En un principio el lote estaba destinado a la construcción de unas viviendas para los profesores, pero ellos no tomaron el sitio porque era muy lejos de la ciudad. Nosotros en el afán de obtener una casa llegamos al sitio y durante la administración del alcalde Rubén Darío Rodríguez Góngora, logramos que nos adjudicaran los predios”, informó Nelsy.

Agrega, que en un principio tuvieron que sufrir los embates de las autoridades ya que los allanamientos eran frecuentes y muchas veces les destruyeron los cambuches que construyeron con plásticos y material reciclable.

Para evitar el desalojo varios miembros de familias resultaron heridos en aquel entonces, para no perder el terreno que se habían tomado.  

opinan los ibaguereños

Nelsy

“Le pedimos de regalo al Alcalde que no nos suba tanto los impuestos, aquí hay familias que dejan de comer para pagar los servicios. No es justo que una población desplazada, con niños y gente de la tercera edad, tenga que estar sufriendo por esta problemática”.

Roberto

“Estamos luchando por la pavimentación para traer más progreso, sabemos que están los recursos pero no me explico porque no inician las obras; el Ibal ya efectuó los estudios y están aprobados, queremos respuestas”.
Rosa Ayde

“Terminen la construcción de la caseta, nos tienen hace días con el cuento que la van a concluir junto con el parque. Llevamos mucho rato esperando, ya que estamos haciendo un curso de manualidades y en obra negra no es bueno estudiar”.