Otro ‘arreglo’ del Ibal sin reparación

REDACCIÓN – EL NUEVO DÍA
Desde hace más de 15 días el Ibal llevó a cabo una revisión del sistema de acueducto en la manzana Cinco del barrio Las Orquídeas.

Sin embargo, el ‘arreglo sin reparación’, que se hizo en el sector, tiene molesta a la comunidad porque el agua ya empezó a meterse a las viviendas.

Carlos Humberto Aguirre, fiscal de la Junta de Acción Comunal cuenta que a raíz del hueco que dejaron, ‘todo el día se bota el agua’, a lo cual se le suma el riesgo para los transeúntes.


“El nieto de un vecino iba corriendo y cayó allí el miércoles”, contó el líder comunal.


Los afectados manifiestan que los olores han empezado a proliferar, al igual que los zancudos y los hongos a raíz de la humedad en las casas.


Aún así, y ante las peticiones hechas a la entidad, esta dice que “todavía no tiene a los ‘expertos’ para reparar lo que vinieron a dañar”, declara el Fiscal.


Por tal motivo, se consideran afectados y anuncian que si el Ibal en el transcurso de la otra semana no lleva a cabo las reparaciones del acueducto y el alcantarillado, demandarán a la empresa, ya que el daño que ha causado alrededor de 10 viviendas, son cosas que la entidad no ayudará a recuperar.


Otros Problemas
El barrio también ha tenido serias dificultades con el Ibal, desde las vías que dejaron en mal estado como también las peticiones y las reclamaciones que no han tenido eco. Desde hace mucho tiempo, según sus habitantes, han solicitado la construcción de algunas rejillas que filtren el agua cuando se presentan fuertes aguaceros.

“Finalizando la manzana en mención, todo el agua se represa entre las casas dos y tres”, dice Reinaldo, quien contó que a él le tocó romper el muro que separa el barrio con una quebrada, para que por allí se vaya el agua. Aún así es mucha la que entra en las casas y no da tiempo de proteger algunos inmuebles”.


Además, Clara Inés Ibáñez, cuenta que desde hace seis años, no tiene el servicio domiciliario de agua potable, y todavía le llegan recibos con consumo por el valor de 16 mil 580 pesos.


“Ahora no me quiero imaginar por cuanto nos llegará a todos, con este desperdicio de agua que hay en la calle”, concluye Ibáñez.

Credito
EL NUEVO DÍA

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