Coello - Cocora, un corregimiento de riquezas naturales

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
El corregimiento donde el sabio Mutis acostumbraba a pasar sus vacaciones sigue siendo uno de los lugares más representativos en la historia del Tolima.

Coello y Cocora, dos de las más importantes fuentes hídricas del Tolima, son los ríos que rodean el corregimiento Coello - Cocora, un lugar que se sumerge en historias que lo engrandecen como uno de los sitios más atractivos del Departamento del Tolima.

Está conformado por 14 veredas y tiene alrededor de mil habitantes. Es un corregimiento de gran colorido que se caracteriza por su tranquilidad, riqueza natural y, sin lugar a dudas, la amabilidad de sus habitantes.


Está atravesado por una de las principales arterias viales del país, lo que lo convierte en uno de los sitios turísticos más visitados por los viajeros en el tradicional ‘paseo de olla’, cuyo charco de la mitológica Muelona es un punto de encuentro de quienes vienen a disfrutar de un buen baño y una exquisita comida de campo.


Pescadores de piedrasy arena
Además de producir banano, plátano, caña de azúcar y yuca, Coello - Cocora esconde una riqueza que va más allá de sus tierras: la arena y las piedras, minerales extraídos por los “areneros”, en un oficio no sólo por años, sino por generaciones y que desarrolla la mayoría de sus habitantes.

Esta práctica constituye la principal fuente de ingreso. Muchas veces, sin importar el enorme caudal que en ocasiones afrontan y las fuertes lluvias que dificultan su trabajo, deben seguir sin decir palabra alguna y extraer de las profundidades del río el sustento que les permita vivir.


Según el presidente de la Junta de Acción Comunal, Pedro Antonio Parra, “los areneros son agradecidos y respetuosos con la naturaleza, intentan inculcar a los viajeros y turistas el cuidado del medio ambiente, sobre todo a no arrojar basuras”. Sin embargo, la práctica sigue teniendo sus opositores, que afirman que este oficio ha afectado seriamente los caudales.


Un nuevo puente
En 2011, la concesionaria San Rafael, a cargo de su gerente, Ezequiel Romero, llevó a cabo labores de dragado del río que amenazaba constantemente con inundar su centro educativo. Así mismo, la Junta de Acción Comunal solicitó a la firma la construcción de un puente peatonal, en vista del peligro al que se enfrentaban diariamente los estudiantes y adultos mayores.

San Rafael hizo realidad la construcción de este puente, beneficiándose todas las familias de Coello - Cocora y lo más importante, según afirma el Presidente de la JAC, “nunca pidieron nada a cambio”.


Coello - Cocora, un lugar pequeño pero de grandes dimensiones ciudadanas, cuenta con el colegio Antonio Nariño, que favorece a más de 600 estudiantes de los corregimientos I, II y III. Tienen un puesto de salud, hospedaje y una inspección de Policía. Además son, hoy en día, en medio de tanto vehículo que a diario pasa por su única arteria vial, un claro ejemplo de movilidad peatonal.


Con orgullo, sus habitantes cuentan que allí habitó José Celestino Mutis:  es un recuerdo que trasciende en el tiempo y perdura en la mente de sus pobladores, logrando que se convierta en una de las historias con mayores adeptos por sus visitantes, en una lucha diaria por vencer el olvido, para que no se derrumbe la memoria como se derrumban hoy en día las paredes deterioradas de la casa donde vivió alguna vez ‘El Sabio Mutis’, como era conocido por sus habitantes.


Credito
NATALIA RAMÍREZ

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