El mal manejo de los residuos sólidos en los barrios, la suciedad de las quebradas y ríos, el ruido en el centro, el humo que producen los buses de transporte público y la saturación de publicidad en las calles, son las principales formas de contaminación que hay en el casco urbano de la ciudad.

En un reporte dado por la Inspección Ambiental, el principal problema son las cuencas hídricas, tanto así que la directora de la entidad, Gloria Restrepo, afirma que “en Ibagué no hay quebrada que esté descontaminada”.

Señala como ejemplo que la principal afectación la sufre el río Combeima, cuenca de la que se abastecen los ibaguereños del servicio de agua, y las microcuencas Chapetón, La Chicha, Hato de la Virgen, río Alvarado y El Sillón, siendo esta última la más crítica, según Cortolima.

Como muestra de esto, están los centenares de gallinazos que se posan sobre los árboles, las calles, los patios de las viviendas, que se nutren de las vísceras de los animales muertos que son arrojados a este afluente.

Dichas condiciones, causan que cerca de 600 personas que viven en toda la ribera de lo que se conoce como la ‘avenida fantasma’, sean blanco fácil de las enfermedades respiratorias y de diferentes clases de alergias que, al parecer, aún no prenden las alarmas en la Administración municipal.

“El domingo a las 9 de la mañana, un caballo se ahorcó y se cayó a la quebrada. Comunicamos a las diferentes entidades pero nadie acudió al llamado de la comunidad que no soportaba el olor del animal que se desintegraba. Por eso nos tocó a nosotros enterrarlo cerca a la quebrada”, contó Sandra Milena Navarro Vargas.

Las basuras
Otro problema latente, es el manejo que se le da a los residuos sólidos en los diferentes barrios de la ciudad.

Los responsables van desde la empresa de Interaseo que no cumple con sus horarios para recoger las basuras, el papel de Ibagué Limpia y la desidia de la comunidad que aunque paga por el servicio no comprende la importancia de depositar los residuos únicamente en las canecas de la basura.

José Ricardo Trujillo, gerente de Interaseo, indica que en Ibagué se producen alrededor de 400 toneladas de basura diarias, disparándose esta cantidad en temporadas como junio y diciembre, el número asciende a 700 toneladas.  

“Los sectores donde se recogen más basuras son: el centro, en las plazas de mercado y en la avenida Guabinal. Tanto así que nos obliga a pasar siete veces diarias”, explica Trujillo.

Para él, el problema en la ciudad es consecuencia de la incultura ciudadana, el número disparado de perros callejeros y de habitantes de la calle, que son quienes finalmente rompen las bolsas.

Con relación a las quejas por el mal servicio que presta el carro recolector, argumenta que la empresa cumple con los horarios, pero algunas personas hacen caso omiso de esto y sacan sus residuos antes o después de que el carro haya pasado.

Según un sondeo de opinión hecho por EL NUEVO DÍA, internautas mencionan que la calle 15 con carrera Quinta, las plazas de mercado, la avenida Guabinal entre Mercacentro y la calle 19 y el puente del río Combeima, son los sectores donde más proliferan las basuras.

La Inspección Ambiental y Cortolima indican, por su parte, que los barrios donde es más frecuente el desaseo por basuras en las calles son: Ciudadela Simón Bolívar, Jardín, Salado, Cañaveral, barrio Santander (por el canal de Mirolindo, se han sacado 47 volquetadas de escombros), El Bosque parte Alta, San José, la avenida Ferrocarril entre calles 23 a la 26 y la avenida Guabinal.

Otras formas de contaminación
El ruido exagerado de los establecimientos comerciales, bares, discotecas y de algunos templos religiosos se suman a la lista de contaminación auditiva. La Inspectora ambiental del municipio señala que los lugares donde son más recurrentes las denuncias corresponden al sector comprendido entre las calles 38, 39, 40 y 42 con carrera Quinta.

También en la calle 15 entre carreras Primera y Quinta, la carrera Tercera entre calles 10 y 15 y Arkacentro, todas afectadas por el alto volumen con el que se promociona un producto y el sonido de los vehículos de transporte urbano.

La misma problemática, por consecuencia de algunas iglesias, se registran en los barrios Piedra Pintada, entre la zona 43 y 44. En los barrios Claret, San Pedro Alejandrino y Salado, la comunidad coincidió en que las iglesias emiten sus cantos con demasiado volumen.

Otro tipo de contaminación que denunció la ciudad es el atmosférico.
Según Manuel Antonio Quiñones Guzmán, los buses de transporte público emiten mucho humo y esto está afectando el aire que estamos respirando”.

Para este caso en particular, Gloria Restrepo, inspectora ambiental de Ibagué dijo que el municipio no tiene un lugar identificado; sin embargo, recordó a los conductores que para antes de finalizar el año se les vence el plazo a las busetas para cambiar sus exostos, los cuales deben ser especiales y con filtro.  

“Hay quejas leves en talleres de ebanistería, soldaduras y carpinterías que están sobre la calle”, destaca la inspectora.
Por último, está la contaminación visual. Pancartas, carteles y pasacalles que anuncian la inauguración de establecimientos, eventos sociales como conciertos y ofertas de trabajo que aunque ya perdieron vigencia, continúan en los muros y postes de la ciudad. Es el caso de Ciudad Rock.