Prohíben rumbas ‘rodantes’

Se prohibió el consumo, expendio de bebidas embriagantes en todo el espacio público; quien no
acate la medida será acreedor a multas desde cinco salarios mínimos.

Establecimientos, estancos 24 horas y medios de transporte, que se ubiquen en el espacio público no podrán expender o consumir licor entre las 3 a.m. y las 9 a.m. del mismo día.

Quienes incumplan la medida se harán acreedores al cierre temporal o defi nitivo dellocal comercial. 

En cuanto a las personas naturales que se encuentren después de las 3 de la mañana, en carros o andenes alterando el orden, recibirían sanciones desde los cinco salarios diarios, conmutables en participación en obras o tareas de alfabetización, impuestas por el inspector de Policía.

Así quedó fi jado en el de- creto 730 fi rmado por la Alcaldía: “Se prohíbe el uso dealtoparlantes, equipos estereofónicos, radiolas o aparatos similares, incluyendo los instaladosen vehículos, cuando por su alto volumen perturben el trabajo, la tranquilidad o el reposo de las personas”, se indica en el documento.

La medida según el alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, intentará “frenar”, los escándalosen parques y zonas públicas. 

Así mismo, pretenderá disminuir la venta de licor por parte de menores de edad. 

“Buscamos restringir el consumo del alcohol, recuperar el espacio público y recuperar la tranquilidad en las calles, porque se volvió una costumbre que a las 3 de la mañana cuando se acababa la rumba en las discotecas, se iban para los estancos y armaban la rumba allí o en los alrededores. 

“El espacio público tampoco se podrá utilizar para hacer fi esta o espectáculos, que afectenla tranquilidad. 

Los vehículos que prendían sus radios a todo volumen tendrán que irse para la zona rural, porqueaquí no se puede”, puntualizó el mandatario.

Reacciones
Algunos administradores de estancos como Adriana Granobles, manifestó que la medida los perjudica, porque después de las 3 de la mañana es cuando se elevan las ventas. 

“Esta decisión nos perjudica, porque de día se vende poco y a la madrugada es cuando se disparan las ventas. 

“Pues, como termina la rumba en las discotecas, las parejas que se van a los apartahoteles vienen a comprar el licor. 
Además, por no vender a la madrugada podemos perder hasta un millón de pesos en ventas, en un fi n de semana”. 

Carlos Martínez, otro administrador de otro estanco, también coincidió en que la medida los perjudica: “Nosotros nos sostenemos gracias a las ventas que hacemos a la madrugada”.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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