Contó que para la debida atención le exigieron cancelar la suma de 24 mil pesos para ingresarla y 13 mil 700 pesos para unos exámenes que fueron realizados el día siguiente.

“No obstante, el 25 me dijeron que ella estaba bien y le mandaron una droga y además para poder sacarla de allí me obligaron a cancelar 142 mil pesos”, contó Gutiérrez.

Sin embargo, horas después a Marly se le agudizaron los dolores, al punto que empezó a tener deformaciones en sus dedos. Por lo cual, ese mismo día fue trasladada de nuevo a la USI, y aunque ingresó por urgencias sin ningún contratiempo, no fue atendida porque presuntamente la médica de turno estaba en un parto.

Ante el desespero, Gutiérrez decidió llevar a su hija al hospital Federico Lleras Acosta, allí la mandaron a cirugía por presentar una apendicitis aguda.

Además, por el servicio le hicieron afectivo el subsidio por pertenecer al Sisbén II.

“Le contamos a la niña del Federico lo sucedido en la USI y ella nos facilitó un documento como constancia de que mi hija sí estaba en el Sisbén y me indicó que fuera e hiciera el reclamo, porque no era la primera vez que eso pasaba”.
    
El reclamo
Vicente fue hasta las oficinas de la USI y allí con pleno desconocimiento de lo sucedido dieron la orden de hacer la devolución total del dinero cobrado.
 
“El dinero me lo pagaron, sin embargo el 10 por ciento del valor que debo cancelar por Ley no lo hicieron efectivo y me queda la duda del proceso que se efectúo en el centro de atención”, se cuestionó el afectado.
 
Ante esta querella, la Gerente del Centro de Salud se comprometió en hacer la respectiva investigación, pues manifestó que así se haya presentado una equivocación con el registro, se debió cancelar el 10 por ciento por el servicio.
 
De otra parte, funcionarios de la USI manifestaron que el día en que Gutiérrez ingresó a la joven por segunda vez, no hubo ningún parto.