Los habitantes del barrio Las Orquídeas, sector dos, hacen un llamado a la Alcaldía para que destine los recursos que hacen falta para la culminación del muro de contención sobre el río Chipalo, margen derecho.

De acuerdo con el fiscal de la JAC, Alex Rubio, llevan dos años a la espera de que la Administración municipal culmine los 80 metros que harían falta para evitar que el agua del río continúe perjudicando las viviendas que están cerca al afluente.

De acuerdo con Rubio, en situación de riesgo se encuentran las casas de las manzanas cinco y seis, que son viviendas de invasión.
 
El líder comunal afirma que las crecientes recientes del Chipalo han sobrepasado los tres metros y medio de altura, afectando los enseres y la salud de estas personas.
 
"Hay una vivienda que es una de las manzanas más cerca del río donde habitan dos adultos y cinco niños. A ellos se les ha entrado el agua hasta la cocina y hasta se ha llevado los muros que improvisan para detener el agua”.

Según Rubio, la Secretaría de Infraestructura y hasta Prevención y Desastres han hecho presencia sin entregar una solución concreta.
 
Cabe resaltar que la Alcaldía, en alianza con Colombia Humanitaria, destinó más de 200 millones de pesos para la construcción de los primeros 150 metros del muro de contención.

Más brigadas de salud
El líder comunal también hizo un llamado a la Secretaría de Salud municipal para que hagan presencia en el sector, ya que los olores expedidos por el río son “insoportables”.

“Cuando llueve toda la mugre se va, pero cuando hace calor nadie se aguanta el olor.

“Cortolima ha venido realizando una excelente labor para la limpieza de la quebrada, pero no es suficiente porque hay personas que arrojan toda clase de desechos en el río”, aseguró Rubio.

Pero a esto se suman los olores que expiden dos tubos rotos del Ibal, situados a la orilla del río Chipalo y que emanan aguas negras.
 
“Tenemos hoy un problema con el Ibal, se trata de dos tubos de desagüe conocidos como Los Guacharacos, que pasan por la orilla del río y que desde hace tres años están rotos”, concluyó Rubio.

“Nosotros le pedimos ayuda a las autoridades y nos dicen que tienen que mirar y ya no nos ponen cuidado”.