El Sillón, quebrada que huele mal

REDACCIÓN – EL NUEVO DÍA
EL NUEVO DÍA efectuó un recorrido el 31 de mayo por los barrios más afectados en la comuna 11, el mal olor y el alto grado de contaminación caracterizan este afluente.

Son las 7 de la mañana y un olor nauseabundo se despide de la quebrada El Sillón, esta es la señal de que una vez más las aguas negras del alcantarillado se están vertiendo allí.  

Todo sucede ante la mirada indiferente de las autoridades, como dicen quienes viven a la orilla, de un afluente que hoy se conoce como ‘La pioja’, por su alto grado de contaminación. 

Para Olga Varón, residente hace 11 años del barrio Los Mártires, este es un problema que cada día se torna más difícil, pues a parte del constante mal olor, los lunes y los jueves, el agua que permanece negra, se tiñe de rojo y sus alrededores se llenan de plumas de aves. 

La razón, cuentan los vecinos, es una empresa avícola del sector, que tiene su tubería conectada con El Sillón. 

“El olor es insoportable, cuando llueve malo, porque se nos inunda las viviendas, cuando hace verano igual, porque se alborota el mal olor”, dijo Olga. 

Esta madre de familia también se quejó porque este problema de contaminación, perjudica la salud de sus hijos.  

“Cada semana tenemos que soportar el olor a sangre y a plumas, pues una empresa de pollos tiene una tubería de aguas negras que llega a la quebrada, exactamente debajo del puente donde se conecta con el canal de Mirolindo. 

“Y eso es un sufrimiento para nosotros, ya que mi hijo de seis años permanece enfermo y la última vez que lo llevé al puesto de salud, me dijeron que tiene problemas en los pulmones por este olor”.  

Luz Herminia González Niño, otra de las afectadas fue más allá y se atrevió a decir que El Sillón es una ‘bomba epidemiológica’. 

“Con la construcción de la avenida Segunda o Fantasma todas las aguas negras las desbordaron a esta quebrada.  

“Y como si fuera poco, en la parte baja del puente que une esta ‘Pioja’ con el canal de Mirolindo, permanece llena de basura, chulos, ratas, indigentes, más los desperdicios de la empresa de pollos, la situación se hace insoportable”.  

Entre tanto, María Gutiérrez, una mujer que supera los 50 años de edad, explicó que por su situación económica hace siete años compró su “ranchito” a orilla del Sillón, pero hoy, eleva una plegaria para que el Gobierno mejore la condición de vida de quienes por necesidad se “aguantan” los  malos olores y la invasión de chulos y roedores. 

“Miedo es lo que nos da cada vez que llueve, pues el agua contaminada nos inunda las casas, y esto se nos llena de excremento, plumas, basura y demás. Nosotros vivimos en condiciones muy duras (…) 

“Yo estoy muy vieja para seguir viviendo así, mi petición es que alguien haga algo y que si es posible nos reubiquen”, comentó María.

El otro problema 

Diana Sarmiento, habitante de Los Mártires, también mencionó que a parte de la problemática de contaminación por El Sillón, se suma el mal olor por la quema de restos humanos del cementerio donde llevan a quienes no tienen recursos para las exequias. 

“Desde mi casa se siente el mal olor, porque los restos de las  personas que no reclaman, las tiran en este cementerio y las queman.“Incluso arrojan a la quebrada ropa y otras cosas de los difuntos”.

Por su parte, Santos Lozano, otro habitante de esta zona sostuvo que:“Las autoridades se preguntan de dónde viene el problema del dengue hemorrágico y este cementerio es un foco grande de contaminación e impacto ambiental, pero no voltean a mirar hacia acá”.

Los barrios que según los afectados se perjudican con la contaminación de El Sillón son La Francia, Departamental, Naciones Unidas, Alto de la Cruz, Primero de Mayo, Uribe Uribe, entre otros.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q. REDACCIÓN EL NUEVO DÍA

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