Según la jefe de esta cartera, Gloria Esperanza Millán, es la primera vez que el Municipio lleva a cabo la titulación y que consta en el certificado de tradición.

“Nosotros para poder titular, que es una función exclusiva del Alcalde, primero se debió trasladar los bienes de la Gestora Urbana al Municipio y en la medida en que nos traspasaban los predios, iniciamos la realización de las visitas a las familias para establecer quién era realmente el ocupante y a partir de allí empezar todo el trámite. En este proceso participa el Igac con el plano catastral, Planeación con la certificación de uso del suelo y la Oficina Jurídica, que realizó todo el trabajo y verificó los documentos para remitirlos a Instrumentos Públicos, que es el último filtro”, resaltó Millán.

Es de anotar que la Oficina Jurídica adelantó 500 visitas a viviendas, de las cuales algunas se encontraban en zona de riesgo no mitigable y con problemas de sucesión que hizo imposible la titulación del predio. Así mismo, hogares ubicados en zona de riesgo mitigable, pero con los cuales el proceso es más largo.

Los beneficiarios no podrán vender sino hasta los cinco años posteriores a partir de la inscripción en el certificado de tradición.