Minvivienda no pagará obras en El Tejar sin existir garantía de servicios públicos

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Los informes del supervisor delegado por el Fondo de Vivienda reiteran los incumplimientos por parte del Municipio en la entrega de obras para la garantía del suministro de agua potable y alcantarillado.

Los reportes del supervisor del convenio 048 de 2012, Manuel Ricardo Jímenez Torres, han sido contundentes en alertar los incumplimientos por parte del Ibal, la Secretaría de Desarrollo Rural y el Municipio a los acuerdos pactados en enero de 2013 para acelerar y concretar las obras para suministrar el servicio de acueducto y alcantarillado a las mil 100 viviendas de El Tejar.

En el último reporte entregado al Ministerio de Vivienda, se pone en evidencia un atraso de siete meses por parte de la Alcaldía para la instalación de los micromedidores, la construcción de la planta número dos, la instalación de la línea de conducción de 22 kilómetros desde Peñaranda y el alcantarillado del que, a luces, aún no han iniciado los trabajos.

EL NUEVO DÍA tuvo acceso a información exclusiva, en que se concluye que la constructora Colpatria podrá entregar los mil 100 apartamentos dos meses antes de lo pactado en el convenio. Es decir, en octubre, pues en el momento se tiene un avance del 80 por ciento.

La advertencia que ha reiterado el Ministerio de Vivienda es que si a la fecha de entrega de las unidades pactadas en la promesa de compraventa no hay servicio de acueducto, no serán recibidas ni pagadas las obras, que ascienden a 44 mil millones de pesos.

Siete meses y contando

En el más reciente informe rendido por Jímenez Torres a Fonvivienda se señala que el Municipio lleva perdidos siete meses de trabajo, en los que el proyecto avanza por parte de la Constructora, pero sin garantizar la conexión al servicio de acueducto y alcantarillado para iniciar las respectivas entregas.

Pese a que el convenio entre el Municipio y el Ministerio de Vivienda se suscribió el 26 de noviembre de 2012, el 22 de abril de 2013, el gerente del Ibal, Carlos José Corral, expuso que los estudios y diseños para dotar al proyecto de agua potable aún estaban en ejecución para determinar cual opción sería más viable: construir y ampliar las redes de Acuaboquerón, buscar otras fuentes para reforzar el sistema de la empresa, traer aguas desde Ibagué o hacer la conexión supletoria de las redes del Ibal.

Pese a que los estudios estaban sin culminar, el Ibal afirmó que “a la fecha el proyecto ya tiene la disponibilidad real y efectiva para una porción del proyecto para las mil 100 viviendas totales, se requiere de las obras adicionales a contratar. A hoy el proyecto se podría conectar más o menos en 50 por ciento de las viviendas garantizando el suministro de acueducto”.

El 15 de julio de la vigencia anterior, el supervisor envió copia con requerimiento al alcalde Luis H. Rodríguez y la Gestora Urbana para cumplir con las obligaciones del convenio reseñado y las modificaciones efectuadas en enero de 2008 al mismo, en el que el Ibal se comprometió a presentar el cronograma de ejecución de las obras 15 días después de la firma del convenio y el certificado de disponibilidad de los recursos para la ejecución de las obras de acueducto y alcantarillado, sin que a esa fecha, después de siete meses, se haya entregado.

Huele mal

El 22 de enero de 2014, el supervisor indicó que a más tardar a mediados de febrero debían quedar adjudicadas las obras para ampliar la red de alcantarillado ubicado en la carrera 37 Sur desde la calle 21 hasta la 21B, y desde la carrera 37A Sur hasta la carrera 36 Sur, para conectarlo al tramo de la calle 24.

Estos trabajos no han sido ejecutados. El 12 de marzo, en reunión entre Fonade y el Ministerio, la Gestora Urbana advierte que la descarga de El Tejar será a una red de ocho pulgadas y deberá optimizarse a una de 12. El proyecto debió ser licitado y sacado de mínima cuantía, advierte el informe.

La constructora Colpatria mostró su intención de otorgar material para avanzar en el proceso y, pese a esto, a la fecha no se han ejecutado los trabajos.

En el último informe de junio, Jiménez Torres reporta que no se previó que a la red de alcantarillado de El Tejar se le sumara mil 100 abonados y que podría colapsar.

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Las consecuencias

El ultimo informe entregado a Fonvivienda señala que los 890 micromedidores que debían ser entregados en su totalidad el 20 de febrero de 2014 no se han dado y que aún faltan sus accesorios.

De igual manera se requiere avanzar en la instalación de los micromedidores, pero el gerente de Acuaboqueron, Juan Bautista Ricaurte ha insistido que no permitirá la instalación ni otorgará el suministro de agu hasta que no se culmine las obras de la línea de conducción desde Peñaranda.

La resistencia de la comunidad a suministrar el agua a las primeras 240 viviendas se debió a la firma del acta de compromiso que suscribió Bautista el 12 de agosto de 2013, en la que se comprometió a ceder el 50 por ciento tratada al proyecto y en la actualidad el caudal de la quebrada no alcanza a suplir la demanda de sus actuales habitantes.

La situación es complicada, pues existe racionamiento de agua.

Con respecto a las plantas de tratamiento, Acuaboqueron no ha recibido la obra por falta de operarios. La segunda fase, no ha iniciado aunque ya se terminó el muro de contención.

En Peñaranda, los habitantes anunciaron recurrir acciones legales para evitar la construcción de las tres bocatomas y la instalación de la línea de conducción por inconvenientes en la falla geológica que atraviesa la carretera.

El supervisor insistió en mayo al Municipio terminar las obras para brindar el suministro de agua al proyecto antes de que legalmente se determine un incumplimiento sobre el convenio, lo cual implica que el Gobierno en cabeza de Fonviviend,a se abstendrá a desembolsar los recursos para la compra de las viviendas con las consecuencias sociales y legales que se desprenden del incumplimiento.

El columnista de esta casa editorial Camilo González Pacheco, en su columna ‘Ibagué y sus bestias’, del viernes, alertó de las consecuencias nefastas que derivarían si no se cumple con lo pactado en el convenio.

No solo la Dirección de Espacio Público no podrá entregar la certificación de habitabilidad de los apartamentos, sino que se tendrá que pagar lo adeudado a la firma constructora, por cuanto ella cumple lo pactado. Los 44 mil millones de pesos invertidos en las obras podrían salir de los bolsillos de los contribuyentes ibaguereños.

“El problema se torna cada vez más delicado. Nadie puede predecir sus impactos en protesta social. Pero el aporte histórico de la actual Administración de Ibagué, a la legendaria sabiduría popular, trasladada a los manuales de funcionamiento de las administraciones municipales, será perenne: “Sin agua potable no se debe construir complejos multifamiliares”. Algo semejante a ensillar sin traer las bestias. Dolorosa enseñanza”, menciona Pacheco.

Colpatria alertó sobre caudal de El Tejar

El 30 de julio de 2013 en la sede del Ministerio, Colpatria informó que el caudal de la quebrada El Tejar no era suficiente para suplir la demanda de agua del proyecto, aunque con la instalación de micromedidores en Boquerón la opción sería viable.

El alcalde Rodríguez dijo que el proyecto estaba aprobado y que a más tardar el 15 de agosto de 2013 se licitaría. El mismo fue declarado desierto en dos oportunidades.

De igual manera, la entrega y puesta en marcha de la planta número dos de Boquerón se haría a más tardar el 20 de enero de 2014. Siete meses después, las obras para la planta número dos no se han ejecutado.

El 15 de agosto, Jiménez requirió en comunicación escrita al Ibal y la Alcaldía para que de manera sucinta y clara certificara el compromiso adquirido, en el sentido de garantizar el caudal necesario para dar el servicio a El Tejar y la entrega parcial proyectada de 300 viviendas que serían culminadas a finales de año.

Jiménez recordó la cláusula décima del convenio, en el que este se terminará por el incumplimiento grave de las obligaciones de la Alcaldía, así como del cronograma fijado por el Municipio previo a iniciar un proceso de declaratoria de incumplimiento.

Los errores avanzaban

El 28 de octubre de 2013, la constructora Colpatria puso en manifiesto su intención de no continuar con la ejecución de los apartamentos pues, en comparación con la entrega de obras del Ibal, no se podría entregar las unidades por falta del servicio de acueducto.

A diciembre, el avance de los apartamentos era de 442 con muros levantados y un adelanto del siete por ciento. En esta reunión se informó que la compra e instalación de los micromedidores se retrasó por no presentarse proponentes al proceso y se decidió contratar los mismos por separado.

De igual manera, se estableció que la adjudicación de la interventoría para las obras para la instalación de la línea de conducción se debería dar en enero e iniciar en la ejecución del 15 de febrero de 2014.

En carta con fecha del 22 de enero del presente año, Jímenez Torres insistió al mandatario local para coordinar los trabajos entre las entidades involucradas, pues es prioritario instalar los micromedidores para regularizar el consumo de agua potable en Boquerón y determinar si Acuaboquerón cuenta con la capacidad para prestar el servicio de acueducto.

De la misma manera, agilizar o llegar a una conciliación con los propietarios de los predios que impiden la ampliación de la quebrada El Tejar y, no menos importante, adjudicar la interventoría para la instalación de la línea de conducción y construcción de las bocatomas de las quebradas Pontezuela, Cristalina y El Rincón, obras adjudicadas a Constrico en diciembre, que ascendieron a mil 800 millones de pesos.

Es de resaltar que en el último informe enviado por parte del Supervisor, con base en las reuniones del comité del 5 de junio, las obras de las bocatomas en Peñaranda no se habían iniciado por la falta de entrega de planos a la interventoría, no obstante el ejecutor firmó el contrato el 13 de diciembre de 2013 y hasta la fecha no habían sido entregado los diseños terminados por el Ibal.

Credito
EL NUEVO DÍA

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