Elizabeth Acosta, quien cuidó el animal por 12 años, inició un proceso jurídico para recuperar su mascota.

Fue así como el Juzgado Sexto laboral de Ibagué decidió proteger el derecho constitucional de la accionante, y ordenó a Cortolima entregarle el mono en un plazo no superior a 48 horas.

El fallo, además, obliga a Cortolima a efectuar un procedimiento que permita el ejercicio de todos los derechos, entre los cuales se incluye el de la defensa de la tenedora del animal.

El primate se encuentra actualmente en una finca de Cortolima ubicada en Villa Restrepo, y espera ser entregado a sus cuidadores, teniendo en cuenta que fue incautado sin el cumplimiento de los requisitos para tal fin y desconociendo que este había sido obtenido de manera legal.

Incidente

En su pretensión, la accionante afirma que este animal le había sido concedido en calidad de depositaria en julio de 2006 por funcionarios de la entidad, después de haber demostrado su interés de entregarlo a la misma.

“Que en la sentencia judicial que conceda la tutela, se declare la inaplicación de la acta única, intitulada acta única de control a tráfico ilegal de flora y fauna silvestre, en consideración de que no existía tráfico ilegal”, indica el documento.