De acuerdo con la resolución, la entidad ordenó al Ibal como medida preventiva, la suspensión inmediata de los vertimientos sobre la quebrada Hato de la Virgen, debido a la falta de mantenimiento de los colectores y proliferación de olores ofensivos afectando el aire y ocasionando contaminación ambiental al afluente.
De igual manera, determinó que la contaminación ambiental de la quebrada se debió al mal estado en que se encontraba algunos colectores de las aguas domésticas, pues presentaban fisuras, ocasionando fugas de agua que desembocaban en la fuente hídrica.
Según lo manifestado por los habitantes del barrio Ciudad Luz, por la ausencia de las tapas de los colectores, los receptores de las aguas negras son receptores de basuras y escombros. El equipo de inspección de la autoridad ambiental logró determinar que un año después de haber realizado la primera experticia el 20 de mayo de 2010, los vertimientos se continuaban presentando sin que el Ibal llevara a cabo las obras de infraestructura necesarias, para corregir el daño ambiental.
Comentarios