Inundaciones se presentan en varias viviendas de Villa Café, debido al mal estado que posee el alcantarillado, produciendo que las aguas negras se rebosen y broten por los sifones y los sanitarios.

La comunidad reportó hace meses la situación al Ibal, el cual envió a su cuadrilla de trabajo para hacer el análisis de la zona, determinando que efectivamente había un daño en la red de alcantarillado y que sería intervenido en la segunda semana de diciembre.

Esta situación de inundaciones se viene presentando desde mediados de 2014, la queja fue reportada y es así que en septiembre se hace una visita técnica por parte del Ibal, donde por medio del ‘robot’ que con su cámara supervisa la zona, se llegó a un diagnóstico por escrito que dice:

La red de alcantarillado “está en mal estado tanto estructural como hidráulico, presenta cavidades, erosión, aplastamiento y gran desgaste en la batea del tubo por tipo de material” resultado de inspección que fue contestado bajo la asignación de Lady Johanna Bonilla, jefe del grupo técnico de alcantarillado.

Los habitantes de Villa Café aseguran que no pueden dormir tranquilos cuando llueve, y mucho menos dejar la casa sola, ya que los sanitarios deben ser sellados casi que herméticamente. Los sifones son sellados con plastilina, y al colocar una tubería alterna no se puede cerrar las puertas de los patios, tal como pudo constatar esta redacción.

Luego de tener el resultado de la supervisión y que la situación no mejorara, fue enviada una solicitud para que se interviniera la problemática, para lo cual también se emprendió una tutela contra la empresa de acueducto y alcantarillado, la cual fue contestada con una carta, asegurando que:

“El Ibal confirmó que se evidenció la devolución de aguas servidas, por ello esta división programó el destaponamiento, lavado y sondeo, actividad que se realizará en la segunda semana del mes de diciembre, con el equipo Vactor”.

Sin embargo, ha pasado mes y medio desde la fecha pactada y hasta el momento no se han realizado las operaciones, las cuales consideran los habitantes del barrio serían insuficientes, ya que no solo se requiere de un lavado del alcantarillado, sino de un cambio de tubería, ya que como afirma la inspección hay “aplastamiento y desgaste”.

Esto no solo ha afectado la tranquilidad y la salud en Villa Café, sino también los bolsillos, ya que han tenido que colocar tuberías alternas, para tratar de evacuar el agua sucia que ingresa a las viviendas.

Jerson Bocanegra asegura que primero invirtió una suma cercana a los tres millones de pesos para adecuar una tubería alterna, pero debido a filtraciones que se prestaron por las inundaciones, se vio en la necesidad de cambiar toda la tubería de su vivienda, lo cual corresponde a un gasto cercano a seis millones de pesos.

La comunidad solicita la pronta intervención del Ibal, ya que debido a las lluvias de estos días, sus casas nuevamente se ven afectadas por los desechos humanos.