Venció el plazo previsto para que las primeras 550 familias beneficiarias de los apartamentos El Tejar, habitarán en las unidades sorteadas por el Gobierno nacional y que anterior a su construcción, se avizoraba no contarían con agua.

El secretario de Desarrollo Rural, Francisco Montoya, expresó en noviembre que al finalizar febrero de la presente vigencia, las viviendas estarían habitadas. Debía surtirse el trámite de escrituración para posteriormente, proceder a tomar posesión de las mismas.

El suministro de agua brindado por la quebrada El Tejar, para los ya y nuevos residentes, se tendría garantizado si las pérdidas de agua no superaban el 70 por ciento y no existiera un verano fuerte como azotó al país en 2013.

El funcionario especificó que la fuente alterna de Peñaranda no sería necesaria emplearla de forma permanente, si se contaba con la micromedición y el ahorro eficiente del agua.

Sin embargo, EL NUEVO DÍA logró establecer que al menos 250 familias residentes del sector se niegan a la instalación de los micromedidores, proceso que ha tardado cerca de un año.

La junta del Acueducto Boquerón se niega a prestar el servicio a los apartamentos hasta que la línea de conducción desde Peñaranda (sector rural) sea conectada a la planta número dos de El Tejar.

Además, aunque los trabajos para la instalación de los 22 kilómetros de tubería desde Peñaranda a El Tejar, se debían ejecutar en cuatro meses, después de suscribir el contrato en diciembre de 2013, aún faltaría por instalarse cinco kilómetros de la línea de conducción hasta las plantas aún por construirse en Cataima, Cataimita y Peñaranda.

Según una fuente oficial, la comunidad de las veredas aledañas “boicotean” los trabajos en la construcción de las plantas para evitar captar el agua de las quebradas Pontezuela, Cristalina y El Rincón y, conducirla hasta El Tejar.

El agua era para las pruebas

Israel Naranjo, fontanero del acueducto de Boquerón y residente en El Tejar hace 40 años, afirmó que el agua que se otorgó para la entrega de los primeros apartamentos, era para evaluar y certificar el suministro de agua.

“El agua que hay no alcanza para toda la comunidad de Boquerón. El agua alcanzaba cuando había 300 personas. Somos más de cuatro mil 500 viviendas, inclusive Acuaboquerón quedó comprometido a darles agua allá pero no. Se les dio el agua para unas pruebas y ver cómo quedaron las instalaciones pero de resto no. Boquerón no tiene para dar agua a las mil 100 viviendas porque no nos alcanza, eso no lo hace ni un loco”, aseveró.

Racionamiento diario

Naranjo explicó que a partir de las 5:30 y hasta las 9:30 de la mañana, se presta el servicio a toda la comunidad. Posteriormente, se procede a suspender el servicio en ciertos sectores para distribuirlo por manzanas. “Toca poner el agua por partes, media hora una parte, dos horas para la otra y así”, replicó.

Este hombre aseveró que en esta época se está captando nueve litros de agua que no es suficiente para la comunidad residente, sin incluir a las mil 100 nuevas familias aún por arribar.

Luis Alejandro Torres, habitante del sector, teme por lo que podría ocurrir con el arribo de la nueva población “porque si se estaba racionando el agua ¿cómo será con las nuevas familias?- De un tiempo para acá es tremendo. Pasamos dos días sin agua y llega a una cuadra, al otro día le llega a otra y no se cómo están distribuidas las válvulas”, puntualizó.