En la ciudadela Simón Bolívar caminan sobre el aire

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
La comunidad de la segunda etapa en la Ciudadela Simón Bolívar, se ve afectada por el colapso del alcantarillado, que ha hecho ceder gran parte de la tierra frente a sus viviendas haciendo huecos y como si fuera poco es común que cuando llueve sus casas se inunden, brotando el agua por sus baños y rejillas.

A pesar que los residentes y la Junta de Acción Comunal, han presentado sus quejas hace más de un año ante el Ibal, aun no saben cuando podrán fin a su calvario, ya que, por las constantes lluvias tiende a ponerse todo cada vez peor.

En febrero del año anterior el Ibal hizo presencia para inspeccionar la zona y tener un diagnóstico, a lo cual la entidad determinó que:

“Se observan cavidades pequeñas, gran desgaste por tipo de material y vida útil. La inspección no se puede realizar por completo debido a una domiciliaria obstruida, la cual no deja pasar el video robot para poder determinar la causa del hundimiento que se presenta en este tramo”.

Y complementó diciendo: “por el otro pozo no se puede inspeccionar ya que el sistema muestra erosión y se puede colapsar por el lavado con vactor”, informe que es firmado por la ingeniera Lady Joanna Bonilla, jefe de Alcantarillado del Ibal.

Luis Carlos Calderón, presidente de la Junta de Acción Comunal, asegura que “hemos pasado varios derechos de petición con radicado al Ibal, pero nada que nos solucionan; y me quejo porque el gerente había programado la intervención para octubre, en las manzanas 15 y 16, pero nunca supimos qué pasó, ni qué se hizo la plata que se destinó”.

La comunidad dice estar cansada de que no les presenten atención, y si no les tienen una solución pronta están dispuestos a realizar acciones de hecho, para manifestar su inconformismo, porque no solo ven en riesgo su patrimonio, sino también su salud, siendo común ver ratas que se pasean frente a sus viviendas y se esconden por los agujeros del piso.

Calderón manifiesta que “les pedimos que no se hagan más los sordos e irresponsables, aunque soy consciente que el valor del cambio de alcantarillado es elevado, también sé que llevamos aproximadamente 30 años pagando los impuestos y merecemos las mejoras”.

 

Credito
EL NUEVO DÍA

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