La comunidad de la urbanización El Pedregal se ha quejado desde hace tiempo de las personas que viven debajo del puente aledaño a la zona protectora de la quebrada La Balsa, por ello acudieron a diferentes entes para que prestaran atención a la situación expuesta.

“Desde que recibí la presidencia de la JAC de la urbanización El Pedregal, mi preocupación ha sido la protección a esta gente, porque cuando hay torrenciales de lluvia me inquieta que la quebrada crezca y se los lleve la corriente”, dijo Cenen Moreno Cifuentes.

Según el presidente de la JAC, en el lugar se adecuó de una manera muy rústica los espacios para ser habitados.

La otra preocupación que tiene la comunidad, es la frecuencia con la que se estarían consumiendo alucinógenos en este lugar, colocando en riesgo la seguridad de los ciudadanos que transitan sobre el puente.

Fue por ello que a la primera entidad a la que acudió Moreno fue a Cortolima, entidad que envió inspectores al lugar quienes aseguraron que en el tema ambiental se debía sembrar árboles al lado del río para su protección, y que el asunto referido a los habitantes de la calle, le correspondía a la Secretaría de Gobierno.

Alcaldía

Para verificar las circunstancias en las que se desarrollaba el caso, la Personería municipal a través de la Delegada del Ministerio Público y Derechos Humanos, realizó una visita con la Secretaría de Bienestar Social y la Policía Metropolitana al sector.

Se pudo verificar que allí viven personas en medio de escombros, residuos sólidos e inservibles, que provocan la proliferación de roedores y que afectan la zona protectora de la Quebrada.

Por estas razones la Personería solicitó a la Secretaría de Gobierno, la reubicación del asentamiento de los habitantes que viven ahí, así mismo, pide a Interaseo que retire los escombros.

En cuanto a las conclusiones de la inspección, Liliana Hernández, secretaria de Bienestar Social, manifestó que “a nosotros nos correspondía específicamente ir a censar los posibles habitantes de la calle que había allí.

“Encontramos 12 personas, entre ellas una pareja en donde la señora está presuntamente embarazada y un adulto mayor que se reubicó en el Jardín de los Abuelos”.

Así mismo, explica que la labor inicial es restaurarles los derechos de salud y en cuanto a la ubicación del núcleo familiar es un proceso de más tiempo ya que muchas, de estas personas no quieren regresar a sus hogares o sus familias no los quieren recibir.