Walter Martínez Barral, presidente de la Asociación, manifestó que “desde hace un año la administración pasó por encima de las comunidades, a pesar de que hicimos varias reuniones exponiendo que estábamos en contra de ese proyecto, pero nunca nos prestaron atención y vamos a ir hasta las últimas consecuencias”.

Los motivos que fueron expuestos ante el Juez Primero civil de Circuito de Ibagué fueron los peligros que podría generar el proyecto, ya que se tiene previsto implementar una tubería de gran tamaño la cual atravesaría la vía que sería la evacuación en caso de una emergencia por el volcán Cerro Machín.

También expresan que existen tres fallas geológicas en la zona, y no solo la ejecución de la obra puede afectar el terreno, sino también la tubería en caso de que esta llegue a colapsar, ya que por la inestabilidad del terreno podría provocar una tragedia.

Martínez narra cómo en la zona conocida como El Salón, debido a las lluvias se ha desprendido la tierra, lo que ha provocado la caída de varias viviendas; hace un año un conductor desapareció cuando en una invernada se generó el derrumbe de la banca y ocurrió la tragedia.

La comunidad del sector culpa a Cortolima, por autorizar el proyecto para la utilización del agua en la cañada Pontesuela, que actualmente es el suministro para tres acueductos veredales, El Cural, Cataima y Cataimita, que se unieron hace varios años para comprar los terrenos y que en la actualidad poseen las escrituras y cumplen con el pago de impuestos.

Ahora presentarán ante el ente jurídico las pruebas del riesgo que corren, y están dispuestos a gestionar con entidades de control nacional e internacional para que analicen la problemática y no permitan que continúe el proyecto, que promete abastecer las mil 100 viviendas de las multifamiliares El Tejar.