Una grave denuncia formuló el equipo de la Veeduría Agua para Ibagué (Vapi) con respecto a la instalación de la línea de conducción de seis pulgadas a lo largo de los 21.6 kilómetros desde Boquerón hasta la vereda Peñaranda (sur de Ibagué), para captar agua y suministrar el líquido a los mil 100 habitantes del proyecto de vivienda del Gobierno nacional ‘Multifamiliares El Tejar’.

La Veeduría Agua para Ibagué, efectuó un recorrido por los 21.6 kilómetros para evaluar la ejecución de obra por parte del consorcio Constrico, que según datos suministrados por la Secretaría de Desarrollo Rural, lleva un avance de más del 90 por ciento en los trabajos.

El vocero de Vapi, Luis Fernando Díaz, señaló que de acuerdo con lo observado existen deficiencias que ponen en riesgo los dos mil 400 millones de pesos invertidos, además, la estabilidad de la banca por las afectaciones en la excavación y remoción en masa del terreno por las fallas geológicas que se encuentran en los sectores de El Salón y Pontezuela.

Díaz mencionó que la tubería se encuentra instalada a distintas profundidades, cuando el fabricante exige que debe estar mínimo a 60 centímetros. Hay sectores donde la profundidad no supera los 15 y 20 centímetros, indicó.

Además, de existir ondulaciones en el terreno donde la tubería “queda empuentada” afectando la estabilidad de la misma. El contratista, según Vapi, incumplió con la norma técnica que exige que la línea de conducción debe estar revestida por arena.

Durante la inspección de obra se corroboró que es cubierta con material revuelto de piedra, y una vez en contacto con el tubo podría provocar fisura.

“Lo grave de esta situación es la pésima ejecución del trabajo, han violado en su totalidad las normas técnicas de lo que exige el fabricante en la instalación de la tubería, la cual fue instalada a distintas profundidades, hay ondulaciones en el fondo de la zanja donde la línea queda empuentada. En los cambios bruscos de dirección debe haber un empotramiento que se hace en concreto. Nada de eso lo hicieron, qué horror, qué irresponsabilidad”, señaló Díaz.

Además, que el empate de cada tubo debe hacerse en la zanja y no en las afueras, cuidando que se respete el juego entre el espigo y la campana.

Vapi concuerda que bajo estas condiciones cualquier daño que pueda sufrir la línea de conducción, la Administración municipal no podrá exigir el cumplimiento de la póliza de garantía.

“Aquí no hubo la más mínima planeación. El fabricante no responderá por la garantía no solo por la pésima instalación, sino por el manejo y almacenamiento de la misma”, replicó.

Fugas

A la postre, mientras se adelantan los trabajos para el enterramiento de la tubería, los obreros cubren con material la misma.

Vapi se pregunta ¿cómo se sabrá si existe fuga en el momento de efectuar la prueba hidrostática, si las uniones se encuentran cubiertas y los tubos enterrados, imposible”, indicó.

Según la explicación del profesional, las filtraciones no afloran a la superficie de manera inmediata, socavan el terreno pudiendo llevarse la banca y a su paso la tubería.

Lo cuestionable es el papel de la interventoría que ha permitido que se continúe con los trabajos so pena de las irregularidades expuestas que evidencian la improvisación por parte del Ibal en la formulación de los diseños.

Un problema social a punto de estallar

Vapi no coincide que se haya otorgado la disponibilidad de agua a los Multifamiliares El Tejar por parte de Acuaboquerón cuando la fuente de captación primaria: quebrada El Tejar, no es suficiente para abastecer a los 800 usuarios y a los mil 100 abonados. Además, cuando la fuente alterna que surtirá de líquido a los nuevos pobladores, se encuentra con mala manufactura lo que pone en riesgo la instalación de la tubería.

No obstante, no exime de responsabilidad a las directivas del Ibal quienes fueron los encargados de formular los diseños de la línea de conducción en área altamente sísmica.

“Aquí no hubo un estudio de parte del Ibal, Corral Albarello aquí no hay de lo usted hablaba que es la debida planeación. Esto es peor que lo de Acualterno, qué irresponsabilidad haber otorgado disponibilidad de agua para mil 100 familias de los multifamiliares El Tejar que van a resultar en una guerra civil, en un enfrentamiento permanente con los 800 habitantes de Boquerón”, enfatizó Díaz.

No obstante, es de recordar que una vez el Municipio suscribió el contrato con Constrico, el Ibal no hizo entrega de los diseños, generando retrasos en el inicio de los trabajos.