La concesión, extendible a 20 años, hace parte del proyecto a financiar con recursos del Gobierno nacional para la reconstrucción aguas arriba de la bocatoma.

Dentro del documento, Cortolima refiere que se debe declarar agotado el caudal de la quebrada Cay para más aumentos o para otras solicitudes de concesiones para consumo humano.

Según la autoridad ambiental, solo se está permitido captar el 75 por ciento del caudal de la quebrada en épocas de verano.

Dentro de las disposiciones se declara que el sitio actual donde está la bocatoma, después del adelanto de las nuevas obras como de la línea conducción, una vez aprobadas y recibidas por Cortolima, el Ibal debe formular un plan de abandono.

Se advierte que en los documentos enviados por la empresa no aparece el análisis específico del riesgo y el plan de contingencia ni el análisis de vulnerabilidad ante una emergencia.

Además, explica que la resolución no otorga en ningún momento permisos de aprovechamiento forestal, disposición de escombros, vertimientos, de emisiones atmosféricas, de explotación de materiales de construcción, servidumbres ni otro tipo.

De necesitarse permisos de construcción de vías, vertimientos, disposición de escombros y concesión de aguas, el Ibal deberá realizar todos los trámites respectivos ante la corporación.

Se prohíben, por último, los botaderos laterales para el material producto de las excavaciones y demás materiales utilizados para la construcción de las obras de captación y obras complementarias de la bocatoma.