Mediante la resolución 1305 del 27 mayo, la autoridad ambiental determina que al no ser verificada la intervención a los recursos naturales y el medio ambiente, no se amerita el inicio de un proceso administrativo sancionatorio.

El director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, señaló que debido a los alcances de la resolución 799 de 1998 que declara como área de protección nacional las 130 hectáreas, deberá ser el Consejo de Patrimonio de Cultura el que determine, autorice y efectué el seguimiento a las intervenciones sobre el BIC.

No obstante, Cortolima recuerda que en la audiencia realizada el pasado 24 de abril y la cual fue convocada el director de Patrimonio Cultural del Ministerio, Juan Manuel Vargas Ayala, el curador Urbano Uno, Manuel Medina, EL NUEVO DÍA y la Personería, se dejó claro que cualquier intervención sobre el BIC, el propietario debe solicitar la autorización o visto bueno del Mincultura y dicha autorización debe ir adjunta a las solicitudes que llegase a elevar ante la Curaduría u otra entidad del orden municipal.

Según Cardoso, la corporación entraría a actuar si los actores involucrados afectarán el componente ambiental que sirve de soporte a los cerros noroccidentales.

La corporación compulsó copia del documento a la Dirección de Patrimonio para se indague sobre las licencias de subdivisión expedidas en terrenos de la Granja San Jorge por posibles errores al no tomar en cuenta la resolución.

Por el momento, la licencia de urbanismo tramitada por el curador Urbano, Manuel Medina, se encuentra suspendida ya que la Pía Comunidad Salesiana, propietaria de la Granja San Jorge, solicitó revocar parcialmente la resolución para dar viabilidad a la venta del terreno y desarrollo de las torres de apartamentos que prevé ejecutar Inacar.