Recordemos que este proyecto campestre ha sido polémico por estar ubicado en la zona de mitigación que no se ha concretado entre la Secretaría de Planeación y Cortolima, ya que en el POT al inicio se había concertado un área de expansión de 500 metros, pero en el acta decretada por el Alcalde la zona quedó en 300 metros, por lo tanto Planeación aseguró estar dispuesta a modificarla.

Durante la visita técnica al corregimiento El Totumo, donde está ubicada la vereda Potrerito y el predio Altamira, se estaba afectando la zona protectora de uno de los drenajes naturales al tratar de construir una vía, al igual la instalación de tubería sobre el mismo cauce, perjudicando dos drenajes que benefician la quebrada La Bóveda.

La Corporación Autónoma Regional del Tolima también evidenció que se ha perdido cobertura vegetal por la alteración del suelo, y que se habría talado seis árboles de especies protectoras pertenecientes al bosque natural.

El representante legal de la constructora habría asegurado no poseer los permisos de aprovechamiento, y tampoco el de ocupación de cauce, y en cuanto a la licencia de construcción manifiesta que está en trámite, ya que se habría enviado una circular a los curadores urbanos para que se abstuvieran de otorgar el permiso hasta cuando no quedara definida la zona de mitigación.

También se pudo evidenciar que la carretera adecuada para el acceso al predio tiene una longitud estimada en 600 metros y seis metros de ancho y ‘embalastrada’, donde el suelo producto de la misma actividad en la apertura de la vía fue distribuido por los alrededores de la carretera y en zonas de potreros.

El documento fue dirigido a Fabio Jacobo Pérez Guzmán, quien es el representante de la constructora, y se le ordenó la inmediata suspensión de las actividades de apertura y adecuación del carreteable ante las posibles afectaciones al medio ambiente que habría generado, es así que contra la decisión tomada no se puede proceder recurso alguno.