El mal aspecto y abandono de un sitio donde llegan los turistas a comprar artesanías y otros recuerdos

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Los trabajadores de la Plazoleta del Artesano mostraron su inconformismo por la presunta mala administración de Infibagué. Los artesanos dejaron ver todos los problemas que tienen en el sitio asignado desde hace más de una década por la administración municipal.

La carpa que cubre los 33 locales no estaría cumpliendo su función, la delincuencia está aumentando en el sector del antiguo parqueadero del Centenario y una maquinaria que se ganaron en el concurso de Laboratorios Microempresariales está arrumado porque no hay bodega dónde tenerla.

“Desde que fue instalada la carpa que nos cubre del sol, quedó muy bajita, entonces para los que trabajan en la parte de atrás, se les encierra el calor, y cuando llueve, pues como está destemplada, se empoza el agua y amenaza con caernos encima.

“Hemos enviado documentos a Infibagué para que nos ayuden con esta problema y contestan que van a enviar un comité técnico para evaluar los daños pero no hay resultados; esta carpa ya se cayó en una ocasión; otra respuesta que nos dieron, es porque algunos están ‘colgados’ en los arriendos”, dijo un comerciante.

Inseguridad

El consumo de estupefacientes, las peleas entre habitantes de la calle y gente del común, también se han convertido en un dolor de cabeza para los vendedores de artesanías, pues dicen que las peleas han aumentado en las últimas semanas, así como la venta y consumo de drogas.

“Ahora hay un grupo de muchachos que se están reuniendo para organizar peleas, esto sucede los sábados en las noches, llegan armados con cuchillos; los indigentes son más recurrentes, acá han caído heridas dos personas”, denunció una artesana.

Finalmente otro comerciante indicó que esperan poder usar la maquinaria que se ganaron “Con la bodega tenemos problemas, primero, se robaron las puertas, y queremos traer las máquinas que nos ganamos, pero el sitio no es seguro. Necesitamos energía eléctrica, pisos y las puertas para que no se nos vayan a robar los elementos”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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