Como en una población rural se sienten los habitantes del barrio Las Brisas, ubicado en la comuna 11 y con viviendas, en el que residen unas 960 personas, y que cuenta con diferentes lugares para abastecer sus necesidades que no solo les evita los continuos traslados, sino que también los enorgullece.

La primera etapa fue fundada el 20 de noviembre de 1950 bajo la Administración municipal de Francisco González Torres, y debido a sus buenas características a los siguientes dos años se construyó su segunda etapa, pero en 1956 se construyó la tercera zona de viviendas y con ellas importantes edificaciones como el monasterio de las Hermanas del Buen Pastor, esto durante la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla.

El barrio recibió su nombre debido a su clima, por su ubicación en una zona alta con amplia vegetación, además se hizo de renombre, según sus habitantes, porque allí llegaban quienes llevaban mulas de carga animal que no solo venían a Ibagué, sino que la tenían como lugar de paso para quienes se dirigían a otras regiones.

En la actualidad la mayoría de viviendas conserva su infraestructura y las dimensiones del terreno, a pesar de que muchas se han convertido en herencia familiar, y por tal razón cerca de un 90 por ciento de sus residentes son los mismos propietarios.

Legalización

Aunque el sector fue construido con apoyo del mismo Estado, fue hasta hace tres años que logró su legalización, ya que simplemente estaba registrado como asentamiento humano; a raíz de esto se llegó a los archivos históricos para obtener la documentación, y se pudo constituir el 20 de noviembre como el día para celebrar su aniversario.

Los residentes de este sector se consideran una comunidad muy unida, por tal motivo aseguran que la confianza es tanta entre sus vecinos que les es normal prestarse enseres como la tapa de la olla, el martillo o la licuadora.

Esta unidad, también afirman, ha servido para impedir la delincuencia, a pesar de catalogar la zona como pacifica y tranquila, esta armonía y cooperación son unos de los motivos por los que se atreven a decir que viven como en una “vereda”.

Infraestructura

Y no es para más si tienen un amplio comercio con los vecinos del sector, además su parque principal tiene características de pueblo, lugar que no solo es utilizado por niños, sino también por adultos mayores y parejas enamoradas.

Como lugares de referencia tienen a uno de los balnearios más antiguos de la ciudad, al igual que el único convento de Ibagué, el monasterio de las hermanas contemplativas del Buen Pastor, quienes procuran no tener vínculo con el exterior; no obstante a un costado también está la comunidad de hermanas activas del Buen Pastor.

La zona además cuenta con dos escuelas como la institución José María Carbonell y la institución educativa Hogar, ambas sedes de primaria del colegio público Antonio Reyes Umaña, que también se ubica en este barrio, la zona cuenta con dos polideportivos, además de la iglesia católica La Santísima Trinidad y la fundación Cedesnid para niños con discapacidad, y se proyecta la construcción de apartamentos.

Granja Las Brisas

La Monta, como es conocida por sus residentes La Granja de Las Brisas, afirman que pasó de ser un orgullo de la comunidad a convertirse en una deshonra, tal como lo expresó el presidente de la Junta de Acción Comunal, Edgar García Moreno, en función de que el lugar era utilizado para investigaciones y practicas académicas de los estudiantes de la Universidad del Tolima, y ahora es una zona “abandonada”.

Recordemos que en 2012 la Asamblea departamental autorizó a la Gobernación para que en su momento permutara una parte de dicha Granja por la Casa del Tolima (de propiedad de la Cámara de Comercio de Ibagué), así como la conformación de una sociedad mixta para construir un parque temático en el resto del predio.

El parque a la fecha no se ha ejecutado, y por el contrario algunos consumidores de estupefacientes utilizan los alrededores de La Granja que no tienen cerramiento, para ponerlos a su disposición..

Balneario

Surtidas con agua completamente natural aseguran que son las piscinas de Las Brisas, debido a que el recurso hídrico fluye al interior del predio del balneario; según su propietario, Luis Benjumea, ese es un liquido con propiedades minerales, ya que según él ese es un oído del nevado del Tolima, a lo cual se debe el yacimiento.

A finales de los años 70, el terreno fue adquirido mediante una sociedad por una permuta, y durante muchos años funcionaron unas duchas naturales que eran conocidas como los chorros, que provenían de la misma fuente hídrica.

Al pasar los años se construyó la piscina, siendo un completo éxito en los 80, debido a que personas de toda la ciudad acudían al lugar, donde la mayoría de los habitantes de Las Brisas, aseguran, aprendieron a nadar.

Pero ante la creación de otros centros recreativos la afluencia de publico disminuyó, actualmente se pretende recuperar el balneario para que cuente con todas las normas que rige la ley de piscinas, y se tiene proyectado abrir de nuevo Los chorros.

La preocupación

Aunque la comunidad dice estar contenta con su barrio, Las Brisas no es ajena a las problemáticas de alcantarillado y malla vial, ya que los habitantes del sector aseguran que desde que fue fundado, no se le ha hecho cambios al 50 por ciento de la tubería.

El deterioro vial, que va de la mano con el cambio de alcantarillado, es otra de las quejas constantes de la comunidad, porque hay vías consideradas principales al conllevar a otros barrios aledaños, pero que representan hasta un peligro para conductores y transeúntes.