Parece ser que los enredos en la formulación de los estudios y diseños de los escenarios nacionales, cuyo valor rodeó los 11 mil 500 millones de pesos, no son los únicos que ha tenido la Administración. La Secretaría de Planeación adjudicó el contrato 2376 el 5 de diciembre de 2013, cuyo objeto era la realización de los estudios del Centro de las TICS en el barrio Ricaurte, contiguo a la Estación de Bomberos.

El contrato cuyo plazo era de 25 días fue suspendido en cuatro oportunidades y después de casi dos años la Secretaría de Cultura avaló el desembolso de 196 millones de pesos al contratista, tras hacer los ajustes a las irregularidades detectadas en la formulación de los diseños.

La primera de ellas fue que el predio fue designado para la construcción de la estación del Metrocable y ahora es requerido para la edificación del Centro de las TICS, lo que deriva en un cambio de actividad o uso del suelo, competencia del Concejo.

Sin embargo, en reunión del 18 de marzo de 2014 el entonces secretario de Planeación, Juan Gabriel Triana, sostuvo que una vez fuera entregado el producto, solicitaría a la Curaduría Urbana Dos la licencia y se autorizaría al contratista dar inicio a la ejecución del contrato con la actividad actual del predio: Estación de Metrocable. Una fuente consultada por EL NUEVO DÍA indicó que posiblemente el exfuncionario podría haber incurrido en una usurpación de funciones.

Además, el contrato fue adjudicado sin el levantamiento topográfico y la demarcación de niveles y paramentos, información necesaria para ejecutar el proyecto. Triana firmó el contrato, designando como supervisor del mismo a la secretaria de Cultura municipal, Ángela Viviana Gómez.

Así mismo, una vez formulado los estudios y diseños, cuya primera entrega se efectuó el 19 de diciembre 2014, fueron incluidas dentro del desarrollo del proyecto dos áreas de cesión: equipamiento local de 407.55 metros cuadrados y zonas verdes de 258.65 M2.

Gómez solicitó a Triana aclarar si las áreas se adicionaban al lote, solicitud que no fue contestada por el funcionario. El 3 de febrero de 2014, la directora del grupo del Plan de Ordenamiento Territorial, Gloria Constanza Hoyos certificó que las áreas de cesión debían ser respetadas.

No obstante, el contratista y exsecretario de Planeación del Ibal, Jhon Jairo Peña Serrato, solicitó a Triana en marzo de 2014 efectuar el cambio de la cesión de equipamiento, que según concepto emitido por el curador Urbano Dos, Greisman Cifuentes, las puede autorizar directamente el Municipio a través de la cartera de Planeación. Al parecer, la no inclusión obligaba a una reformulación casi que en su totalidad de los diseños.

La fuente consultada por EL NUEVO DÍA reiteró que el cambio de cesión y compensación de la misma es resorte del cabildo.

En diciembre del año pasado, Ángela Viviana Gómez requirió por segunda vez a Triana para dar claridad del área total del predio de mil 714 metros cuadrados y si se incorporaban o no las áreas de cesión.

Sin embargo, todo parece indicar que el exfuncionario no dio respuesta y el contratista no atendió las sugerencias de la supervisión del contrato, pues en informe del 18 de junio de 2015 se reiteró “hasta ahora, no hay precisión al respecto: primero se dijo que el predio era de mil 714 metros cuadrados; luego que debería agregar las áreas de cesión para equipamiento local 407.55 metros cuadrados y zonas verdes locales 258.65 M2 para un total de dos mil 381 M2. Sin embargo, el plano A-03 aportado por el contratista dice que el lote tiene un área de dos mil 833 M2 de tal manera que existe una diferencia de 451.84 M2. Y como si fuera poco, aparece en el plano A-03 una franja blanca en el costado occidental sobre la carrera 11 Sur con un área de 303 M2 la cual pese a pertenecer al lote, no se tuvo en cuenta, y no se le dio ningún tratamiento. Así fácilmente el lote puede sobrepasar fácilmente los 3000 M2”, refiere el informe.

Contratista incumple

Después de año y medio de suscrito el contrato, Jhon Jairo Peña solicitó el 28 de julio de la actual vigencia a la Secretaría de Cultura una prórroga de 15 días para cumplir con las observaciones efectuadas por la Curaduría Urbana Dos por deficiencias en los diseños. El informe fue dado a conocer el 29 de enero.

El Municipio respondió “se requiere al contratista para que allegue de inmediato las correcciones pertinentes en razón al término fijado por la curaduría ya expiró. Se insiste que si no se subsana a tiempo las observaciones hechas por la Curaduría Urbana Dos provocaría el desistimiento de la solicitud causando un detrimento patrimonial al municipio”.

El 14 de agosto la Curaduría efectuó nuevas observaciones a los diseños por lo cual Gómez requirió al contratista para que las atendiera y corrigiera de manera inmediata. Cinco días después, nuevamente se ofició a Peña para que diera trámite a subsanar las correcciones, advirtiendo que si el proyecto cumplía a satisfacción se procedería a efectuar los pagos pendientes y liquidación del contrato.

Y qué viene

Ángela Viviana Gómez confirmó que finalmente el contratista ajustó los diseños, por lo que ya se está en los trámites administrativos para el pago de lo adeudado por el Municipio. Según la funcionaria, la Curaduría Urbana Dos procedió a expedir la licencia de construcción y se optó por respetar las áreas de cesión.