Ancón Tesorito, sector Los Pinos, un pulmón de la ciudad

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Detrás del barrio La Paz, rodeado de montañas y amplias zonas verdes se encuentra el sector que ha sido considerado como vereda. En la comuna Dos está Ancón Tesorito, Los Pinos, un lugar que conserva tradiciones de la cotidianidad rural.

No muy lejos del centro de la ciudad hay un lugar rodeado de montaña y donde aún se respira aire puro. El barrio Ancón Tesorito, sector Los Pinos, es un sector de gente amable, trabajadora y humilde que a diario se preocupa por el bienestar de toda su comunidad.

Según cuenta Carolina Ortiz, presidente de la Junta de Acción Comunal, donde hoy se ubica el sector, había fincas y luego los propietarios de las tierras empezaron a vender, y fue de esa manera como se empezó a poblar el sector.

“Hace más de 30 años se consolidó el barrio, mi esposo nació acá hace 31 años y él me cuenta que para esa fecha se empezaron a construir las primeras casas, se fue loteando y poco a poco se le fue viendo la forma a como es hoy”, menciona Ortiz.

El clima, la tranquilidad y la unidad caracterizan al barrio, que cuenta actualmente con una población de 84 familias, que han visto el desarrollo y el progreso tanto de sus viviendas propias como de la vereda en general.

“El barrio en los registros municipales aparece como vereda, pero nosotros vivimos muy contentos del lugar donde residimos, porque aunque estamos cerca del centro, vivimos como en una finca, tranquila y respiramos aire fresco al estar rodeados de montañas”, dice la Presidente de la JAC.

A raíz de la avalancha del 10 de noviembre de 1995, que inundó varios barrios de la comuna Dos, incluyendo el sector Ancón Tesorito, fue canalizada la quebrada El Pañuelo, y gracias a ello, cuentan los habitantes, se pudo empezar a construir viviendas de dos pisos.

“Este barrio va del puente de ingreso, de la quebrada Las Ánimas, que nos divide del barrio La Paz, hacia la parte alta de la montaña, donde se han ubicado algunas viviendas, es lo que se ha construido hasta el momento”, amplía Carolina Ortiz.

Integración y comunidad

Siendo un barrio tan pequeño, su comunidad es muy unida, que se integra para ocasiones especiales y disfruta de compartir los unos con los otros.

“Acá tratamos de celebrar siempre el Día de la Madre, de la Mujer, de los Niños, se hacen recreaciones con los pequeños, se hacen actividades para recolectar dinero como ventas de empanadas; todas estas actividades las hacemos enseguida de la tienda principal en un sector plano, pues no tenemos dónde hacer este tipo de cosas”, precisa Ortiz.

Según cuentan los habitantes del barrio, hace pocos meses se celebró un campeonato de fútbol para integrarse y que los niños tuvieran un espacio para la recreación y el deporte, al no poseer los recursos necesarios para las premiaciones, se ingeniaron una especie de bazar para la recolección de los fondos necesarios.

“Hace unos días hicimos un campeonato de fútbol, se premió a los niños participantes con medallas y luego hicimos un baile. Se recogieron fondos que fueron invertidos en los niños de la comunidad, aparte de los trofeos, se dieron balones y también el dinero sobrante se invirtió en papelería o necesidades de la Junta”, añade la líder comunal.

Vías de acceso

Para entrar a este lugar rodeado de verdes y empinadas montañas hay solo una vía de acceso: la que conduce al barrio colindante, La Paz; pero al llegar al barrio las calles no están pavimentadas.

“Solo la principal es pavimentada y pero el resto sí está sin pavimentar y hemos hecho gestiones para terminar de pavimentar el barrio, pero nos dicen que es por gestión compartida, pero nos tocaría reunir más de cuatro millones, que la comunidad no tiene”, afirma Ortiz.

La comunidad explica a EL NUEVO DÍA que quienes habitan en la parte alta son los que necesitan más una vía, o en su defecto un camino, porque tienen mucha dificultad para subir, debido a que el camino es muy empinado, la líder del barrio dice que sería bueno construir una escalera, pero que no han podido lograr que los ayuden con esta situación.

Algunas necesidades

El barrio actualmente posee todos los servicios públicos sin dificultad, el acueducto es comunitario y no se registran problemas con el servicios, asimismo el alcantarillado se ha venido construyendo con la ayuda de la comunidad, pero en lo que sí están fallando es en el alumbrado público.

“Lo que más se necesita es el alumbrado público para la parte más alta del barrio, porque de esas casas ninguna tiene energía, la tienen porque las mismas personas con cables toman del poste, pero Enertolima ni ninguna entidad ha querido venir a poner redes de energía ni postes”, sostiene Carolina.

Los líderes del sector han ido varias veces a la empresa de energía de la ciudad, a los entes gubernamentales sin obtener buenas respuestas, pues, según dice la Presidenta de la JAC, la justificación va a que es zona de alto riesgo, por ello no se procede a poner alumbrado público.

“Es de vital importancia que haya energía eléctrica. La luz que llega esas casas es muy baja y ya hay muchas casas pegadas de un solo poste y ya esta ladeado; el peligro es que caiga sobre alguna vivienda”, concluye Ortiz.

Credito
ÁNGELA MUÑOZ OBREGÓN

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