Corcuencas, ¿un fortín político y de contratos?

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Corcuencas lleva 22 años siendo beneficiaria de contratos de Cortolima y durante casi el mismo tiempo ha sido manejada por Gloria Esperanza Páez, cercana al exdirector de la CAR José Édgar Bonilla.

A raíz de recientes críticas del procurador Ambiental, Ernesto Cardoso Camacho, sobre la utilidad de Corcuencas para el Tolima y de los cuestionamientos de entidad “fantasma”, EL NUEVO DÍA indagó y contrastó la información correspondiente.

Corcuencas fue fundada en 1994 y prácticamente desde sus inicios ha sido manejada por Gloria Esperanza Páez, aliada de José Edgar Bonilla. De hecho fue el exdirector de Cortolima quien la ‘puso’ en ese cargo, cuando ella era su subalterna en la Subdirección Ambiental de la CAR.

Solo durante los últimos 12 años (2004 a la fecha) Corcuencas ha recibido más de 12 mil millones de pesos en contratos, según la relación que conoció EL NUEVO DÍA a través de un derecho de petición. La cifra definitiva de contratos no se pudo verificar, debido a que Cortolima se comprometió a entregar la documentación restante, pero hasta el momento de la publicación de este informe no había sido allegada.

En total Cortolima suscribió al menos 53 contratos por valor cercano a los 12 mil 910 millones de pesos a favor de Corcuencas, con una contrapartida de tres mil 678 millones de pesos. Todos los contratos celebrados fueron suscritos mediante contratación directa y la celebración de convenios.

Al menos 12 contratos correspondían a toma de muestras de aguas y otros seis para la medición de material particulado. Estos últimos con respecto a la celebración del día del no carro y cuyos resultados fueron solicitados a Cortolima por el procurador Ambiental y Agrario, Ernesto Cardoso Camacho (2015), quien criticó la falta de estadísticas que permitieran calificar la efectividad de la jornada.

Otros ocho contratos tenían relación con actividades de reforestación y mantenimiento para la preservación de los ríos Combeima y Saldaña por efectos de la minería ilegal, levantamiento de información con respecto al registro de número de usuarios que se surten de la cuenca Coello y la constitución de los consejos de cuencas de los ríos Prado, Saldaña y Coello.

Aunque el Procurador Ambiental considera que “las cuencas están abandonadas”, el Director de Cortolima lo niega y dice que Cardoso Camacho está errado. Ademas, afirma que en sus casi cuatro años al frente de Cortolima se han logrado invertir más de 65 mil millones de pesos en las 18 cuencas que tiene el Departamento.

Según el jefe de la CAR, Corcuencas no tiene misionalmente que proteger las cuencas porque estaría asumiendo la función propia de la autoridad ambiental. Pero, en el certificado de Cámara de Comercio de Ibagué, Corcuencas registra como una de sus actividades principales “servir de puente entre los sectores público y privado para desarrollar acciones para preservar y conservar los recursos naturales y las cuencas hidrográficas en el Departamento”.

Frente a la cuantiosa contratación que ha obtenido Corcuencas, el Director de Cortolima dice que radica en el alto grado técnico que tiene la entidad. “Los contratos no son traídos de los cabellos, es un componente meramente técnico”, dice.

Cortolima dio en comodato a Corcuencas los equipos y parte de una instalación física en Llanitos (Cañón del Combeima) para que allí funcionara el laboratorio ambiental de aguas del Tolima. Cardoso Rodríguez argumenta que Corcuencas obtuvo la certificación ante el Ideam que faculta al laboratorio para ser el único en ejercer esta tarea en el Tolima.

“Sería una deslealtad con el territorio traer gente de afuera (para tomar las muestras) cuando aquí hay un ente con capacidad instalada y tenemos el laboratorio”, aduce.

Y es que, según Cardoso Rodríguez, además de hacer los análisis de agua que están parametrizados por el reglamento del Ideam, Corcuencas tiene otros servicios de componente técnico en actividades de reforestación, en identificación de procesos de biodiversidad, de censo de usuarios del recursos hídirico y de vertederos.

Pero no es la primera vez que Corcuencas y su directora, Gloria Esperanza Páez, han sido objeto de cuestionamientos.

En la época de Carmen Sofía Bonilla Martínez, las sombras que entonces se advertían en el manejo de Corcuencas llevaron a que la entonces Directora de Cortolima pidiera la formulación del manual de contratación y diera la orden de que contrataciones que superaran un determinado valor debían ir a consulta de la Junta Directiva. Además, Carmen Sofía llegó a pedir la cabeza de Páez y delegó a funcionarios para que la representaran en las reuniones de Junta de Corcuencas.

Sin embargo, Páez dice que todo se debió a celos profesionales. “En alguna oportunidad ella hizo un comentario de por qué yo manejaba recursos tan importantes cuando solo manejaba 14 personas”.

Pero, ¿cómo Gloria Esperanza Páez ha logrado mantenerse en Corcuencas todos estos años?

En el episodio del enfrentameniento con Carmen Sofía Bonilla varias fuentes dijeron a EL NUEVO DÍA que fue clave la intervención de su exjefe José Édgar Bonilla.

Bonilla lo niega y argumenta que no se habla con la exdirectora de Cortolima desde hace más de seis años, cuando se apartó debido a que no fueron tenidas en cuenta sus opiniones.

“La doctora Carmen Sofía Bonilla con poder es avasalladora, quiere abarcar, dominar, de pronto trató de ir por ella (Gloria Paéz) como también trató de ir por Melba Amparo en la Terminal”, dijo.

Curiosamente, José Édgar Bonilla sí dice que ayudó a llegar a Carmen Sofía Bonilla y Jorge Enrique Cardoso a la Dirección de Cortolima.

“Ayudé porque la doctora Carmén Sofía Bonilla no era la candidata de Mauricio Jaramillo, porque el candidato era el actual gerente del Ibal, José Alberto Girón, y Luis Humberto Gómez Gallo tenía de candidato a uno de Emilio Martínez. Yo como director, que me jodí 25 años ahí sosteniendo la corporación, ¿se la iba a entregar a cualquiera? Entonces me reuní con Luis Humberto y le dije: ‘Usted ni siquiera me pide a mí una opinión que me jodí y que tengo una corporación que mostrar a Colombia’; le dije: ‘Sostengamos a Cortolima, no miremos la política, sino la continuidad de una entidad”, refirió.

En el mismo sentido, Édgar Bonilla asegura que Jorge Enrique Cardoso llegó porque él lo presentó al ‘gomezgallismo’.

“Cuando él presentó la hoja de vida lo llamé y le dije: ‘Me alegra mucho que la haya presentado y que haría todo lo posible para que usted fuera elegido’. Lo presenté a la organización y salió, llegó a la Dirección de Cortolima gracias a que el doctor Juan Mario Laserna también lo apoyó, y cuando el senador Laserna se quemó, le sacó la gente”, agrega.

Pero con quien José Édgar Bonilla sí admite tratos es precisamente con la Directora de Corcuencas. “Con Gloria me hablo, cuando necesita algo me llama y me pregunta y conoce mi opinión”.

Es más, admite que participó en la elección definitiva de Páez como directora. “Dije a la Junta Directiva que (Gloria) era una mujer huilense, muy trabajadora, un poco peleona, de un genio duro y llorona, pero que si debía apoyarla con mi voto, que podían tenerlo (...) creo que yo participé en la elección definitiva de ella”, dice.

Pero llama la atención que niega tener influencia o voz de mando en Corcuencas.

“Cuando hablan de que yo, como hacen muchos políticos donde van creando sus entidades, quise tener una entidad, Corcuencas, manejada por mí, para mí y coloqué una persona que quizá tiene una relación conmigo, en absoluto, o que salí de la corporación para beneficiarme y tener dos brazos allí, nunca”, asegura.

¿Es o no Corcuencas un fortín político para los gomezgallistas?

Fuentes dijeron a EL NUEVO DÍA que la repartición burocrática está dada en el sentido de que Cortolima es fortín de los liberales, como Corcuencas de los ‘gomezgallistas’.

Sin embargo, el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso Rodríguez, argumenta que “se puede tener la certeza de que no existe algún cesgo político para favorecer entre comillas a Corcuencas y la relación contractual es completamente técnica”.

No obstante, José Édgar Bonilla advierte que quienes pretenden vincularlo con Corcuencas tendrían una “intención malévola para quemar a tres personas”.

“Me da la impresión de que alguien está diciendo que Bonilla manejó allá y maneja aquí y resulta que esto tiene una intención malévola para mañana quemar a tres personas”, en referencia a Páez, Bonilla Martínez y, sin duda, él, quien dice no tener interés en volver a la Dirección de la CAR.

En opinión de Bonilla, el descuido de las cuencas se debe a la burocracia existente al interior de la Corporación, comparándola con la situación que hoy atraviesa la Universidad del Tolima.

Según el exdirectivo, en su periodo frente a la entidad las inversiones se veían y hoy ve una “Corporación manejada por un Consejo Directivo y una planta administrativa manejada por una clase política. “Entregué una corporación con 80 funcionarios trabajando y no sé si podamos llegar a ser hoy una Universidad del Tolima”, puntualizó. 

Credito
EL NUEVO DÍA

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