Corte ordena reabrir caso de acoso sexual contra abogado de la Alcaldía

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
La decisión de absolver al abogado de la Secretaría de Apoyo a la Gestión de Ibagué por supuesto acoso sexual laboral tendrá que volver a ser investigada por la Procuraduría, según lo decidió la Corte Constitucional, para hacer valer los derechos de la supuesta víctima.

La Corte Constitucional decidió dejar sin efectos dos fallos de la Procuraduría que habrían impedido la participación de Stella García Núñez en un proceso disciplinario, luego que se manifestara en septiembre de 2012 que fue víctima de acoso sexual por Camilo Andrés Páramo Zarta, subgerente Financiero del Fondo de Vigilancia y Seguridad de la Alcaldía Mayor de Bogotá; y actualmente abogado adscrito a la Secretaría de Apoyo a la Gestión en la Alcaldía de Ibagué.

La alta Corte advirtió que el acoso sexual en el trabajo debe ser considerado como una violación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y dijo que para el reconocimiento de los derechos de las mujeres se conlleva a la estricta prohibición de cualquier disposición que sea discriminatoria.

La determinación

“Ha sido reconocido -no solo por mandato de la Constitución, sino de acuerdo con lo consagrado en instrumentos internacionales ratificados por Colombia- que la violencia contra la mujer, entendida como cualquier acción o conducta basada en su género que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico, como sucede con los actos de acoso sexual en el lugar de trabajo, menoscaba o anula el goce de sus derechos humanos”, señaló la Corte.

Y complementó: “De ahí que el Estado, a través de sus autoridades judiciales o administrativas, según sea el caso, deba desplegar todas las actuaciones necesarias conducentes a prevenir y sancionar cualquier acción o práctica de violencia contra la mujer, y actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar este tipo de agresiones”.

En ese sentido, la Corte dispuso que la Procuraduría debe reconocer a la mujer dentro del proceso disciplinario “atendiendo las consideraciones expuestas en esta providencia acerca de los mandatos constitucionales e instrumentos internacionales sobre la violencia contra la mujer como violación al Derecho Internacional de los Derechos Humanos”.

Igualmente, la Procuraduría Primera Distrital de Bogotá debe desplegar una actividad probatoria exigente y diligente que conduzca al esclarecimiento de los hechos puestos en conocimiento por la mujer, es decir que se deberán reiniciar los procesos que ya habían fallado a favor de Páramo Zarta.

El contexto

La abogada Stella García, contratista del Fondo de Vigilancia y Seguridad de Bogotá, en la publicación del 11 de noviembre de 2012 en el periódico El Espectador relató que el 18 de septiembre de ese año “se me acercó un contratista del Fondo al escritorio para que le ayudara porque había que modificarlo (un contrato). Me pidió que lo acompañara a la oficina del subgerente, quien acababa de llegar a la entidad junto con la gerente.

“Cuando llegamos al despacho de Camilo Andrés Páramo Zarta la puerta estaba abierta. Sin entrar, le dije que veníamos a hacer una aclaración. Me hizo señas de que ingresara sola. Me senté y cuando empecé a hablar me pidió que cerrara la puerta. Le respondí que no era necesario, pero me lo ordenó.

“Empujé la puerta para que no ajustara del todo. Él se paró, puso el seguro, volvió, se quedó de pie y, de pronto, se bajó la cremallera, se sacó los genitales y me dijo que tenía que hacerle sexo oral. Yo me asusté. Le contesté que qué le pasaba. Él se dirigió al baño ya con los pantalones abajo y dijo que si no lo hacía, no respondería por lo que iba a pasar”.

La funcionaria también aseguró que al salir tiró la puerta y luego de que el contratista se fue se puso a llorar y le contó a una de sus compañeras, y que había tratado de poner esto en conocimiento del entonces alcalde Gustavo Petro.

Pero al no haber tenido respuesta alguna, el 10 de octubre denunció en la URI de Paloquemao por acoso sexual, y alguien que dijo desconocer, interpuso la denuncia en la Personería. La polémica hizo que Páramo renunciara a su cargo.

El Proceso

La Personería remitió a la Procuraduría Primera Distrital de Bogotá la investigación y durante el transcurso del proceso, García pidió que la reconocieran como sujeto procesal en la investigación, pero fue negado, por lo tanto interpuso una tutela.

El 15 de octubre de 2014 se llevó a cabo la lectura del fallo por la Procuraduría Primera Distrital de Bogotá, por medio del cual decidió absolver a Páramo Zarta por duda razonable, ya que al parecer no se pudo corroborar, y la cámara de seguridad un poco alejada de la oficina, no habría demostrado que García salió ofuscada tirando la puerta y que se hubiese puesto a llorar.

Ante la tutela, el Juzgado 40 Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Bogotá, en agosto de 2015 falló en contra, decisión que fue confirmada en junio del mismo año. Estas decisiones fueron revocadas por la Corte Constitucional, que ordenó a la Procuraduría Primera Distrital de Bogotá emitir un nuevo pronunciamiento en el que reconozca a García como sujeto procesal.

García, quien fue detenida pocos días después del supuesto hecho por portar municiones de armamento irregularmente, habría dicho que eso se trató de una prueba impuesta en su contra, relacionándolo al caso de abuso.

¿Por qué llegó a la Alcaldía de Ibagué?

Camilo Andrés Páramo Zarta es Ibaguereño y estudio en el Colegio Nacional de San Simón, donde habría tenido buenas calificaciones que lo llevaron a estudiar becado en la Universidad de Ibagué la carrera de Derecho, también hizo una especialización en Estudios Políticos en el mismo plantel, en convenio con la Universidad de Salamanca, y luego una maestría también en Estudios Políticos, en la Universidad Javeriana.

Según Páramo, durante la gobernación de Guillermo Alfonso Jaramillo hicieron convocatoria de meritocracia, en la que presentó su hoja de vida e ingresó a trabajar en ‘el palacio del mango’, donde pudo conocer a líderes políticos que le permitieron llegar a Bogotá al Jardín Botánico.

Cuando Jaramillo fue designado como secretario de Salud distrital, Páramo llegó a trabajar en esa dependencia durante varios años, y luego le fue asignada la subgerencia financiera del Fondo de Vigilancia y Seguridad. El abogado también está vinculado a la firma Santofimio y Gamboa Asociados, donde trabajó como asesor de Cortolima, y actualmente cuenta con un contrato en la Secretaría de Apoyo a la Gestión de Ibagué.

La defensa

EL NUEVO DÍA habló con el funcionario de la Alcaldía de Ibagué Camilo Andrés Páramo Zarta, quien dijo: “Cuando llegué al Fondo de Vigilancia como subgerente encontramos una serie de irregularidades. En medio de esa investigación determinamos unos sobrecostos en la compra de unas motos, lo que hizo que al gerente de ese momento le iniciaran un proceso penal. Curiosamente al día siguiente suceden los hechos del supuesto acoso a esta mujer, con quien ya había trabajado en el Jardín Botánico de Bogotá...

“En el botánico primero fui profesional y después el jefe de la Oficina Jurídica; cuando me ascendieron, me dijeron que escogiera el personal para mi equipo de trabajo, al hacer la evaluación determiné que ella (García) no tenía los requerimientos, luego yo salí de esa entidad y nos volvimos a encontrar en el Fondo.

“La denuncia de la Personería la puso Marisol Gam, una señora con ese nombre había trabajado en la dependencia, a ella la citaron y dijo: ‘Mire, me da mucha pena, no conozco al señor ni a la denunciante, me retiré del Fondo entre junio y julio de 2012, no tengo nada que decir del señor, y menos en ese tipo de cosas”.

Páramo también aseguró que se trató de una retaliación en su contra, primero por haber retirado a la mujer de anterior entidad, y segundo, lo relacionó con la investigación de las motocicletas, supuestamente “para al parecer proteger actos de corrupción”.

Credito
HERYK FARFÁN

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