El Triunfo, el barrio de los “conquistadores”

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
En casi 50 años de historia, el barrio El Triunfo se ha caracterizado por el tesón de sus habitantes, quienes trabajan en conjunto para sacar adelante su terruño.

En 1967, un grupo de 200 o 300 personas ocupó un terreno de la comuna Cuatro, pese a las advertencias de las autoridades, quienes les informaban cada tanto de la ilegalidad de sus acciones. Fueron varios los debates con la fuerza pública, pero pesó más la esperanza de formar un hogar en aquel suelo deshabitado.

Pasaron varios años, discusiones y obstáculos hasta que llegó el día en que la Administración municipal del momento los reconoció como poseedores de la tierra. Desde luego, inició un un largo proceso de legalización que, incluso hoy, continúa en trámite.

Otilia Pava, una de las residentes fundadoras del barrio, contó que el respaldo de los concejales Hernando Páramo Rengifo y Mauro Nery Huertas fue clave para que el Gobierno local cediera a sus peticiones, en ese entonces inició el largo camino de una comunidad que siempre se ha caracterizado por su constancia a la hora de trabajar en bienestar de sus vecinos.

Pava relató que las improvisadas viviendas del momento abrigaron no solo la esperanza de un futuro mejor, sino además la convicción de que el trabajo persistente es la ruta para conseguir logros, y por eso, en honor a la gesta de pequeños conquistadores, fue bautizado El Triunfo.

El sector está constituido hace casi medio siglo, y buena parte de las casas se levantaron en un terreno en pendiente e irregular.

Le dicen ‘el hoyo’, porque la tierra tiene una inclinación en varias de sus vías”, explicó Jesús Augusto Serna, presidente de la Junta de Acción Comunal.

Actualmente, la comunidad de El Triunfo está integrada por 600 personas, sus estratos son Uno y Dos, y está rodeada por los barrios San Luis, Gaitán, Las Viudas y Pijao.

Plan de gobierno comunal

Serna dijo que hubo problemas de convivencia por un tiempo, y la mayoría de los casos se originaba por la inseguridad, además de la venta y el consumo de estupefacientes. Hoy, los incidentes asociados con hurtos y drogas han disminuido gracias a los programas de algunas instituciones de educación superior y las jornadas culturales, lúdicas y deportivas de la Alcaldía.

“Esos problemas han menguado, hemos venido trabajando con la Universidad Antonio Nariño, la Universidad del Tolima y Uniminuto a través de programas de psicología a los niños y sus familias, con el fin de integrar a las familias que muchas veces se fracturan con esos problemas”, indicó el líder comunal.

Pero, sin duda, la principal preocupación de los residentes tiene que ver con el mal estado de la malla vial. Serna afirma que un alto porcentaje de las vías está deteriorado debido a que la red de alcantarillado es obsoleta y amenaza con colapsarse. En los días lluviosos, el sistema no aguanta la fuerza de las aguas, que terminan por rebosarse y producir malos olores e inundar varias de las viviendas.

La enorme capacidad de trabajo se ha visto reflejada en la reducción de los casos de hurto y la integración social. Sin embargo, la comunidad pide a la Administración que intervenga las redes para posteriormente pavimentar y mejorar la movilidad del sector.

En los próximos días, el Imdri adelantará trabajos de adecuación y mantenimiento al polideportivo del barrio, con el fin de ofrecer mejores espacios de integración a los habitantes de la zona.

“El barrio estaba estigmatizado, pero hoy por hoy ha superado con creces la mala fama y los residentes se han dado cuenta de que tenemos que mejorar día a día”, concluyó.

Credito
EL NUEVO DÍA

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