Según Picón, no se comprará terreno sin que cuente con el certificado de viabilidad ambiental expedido por Cortolima, y en el que conste que es de significado ambiental para la protección de la cuenca del Combeima.

“No nos importa así sea un predio turístico o muy bonito, sino que sea de importancia ambiental”, agregó el funcionario.

La Secretaría de Desarrollo Rural está ad portas de finiquitar la compra de 10 predios, los cuales contarán con plan de manejo y reforestación.

“Aún no hemos firmado escrituras pero estamos cerca de cerrar varios negocios. Este es un proceso en el cual se tiene que generar las intenciones del propietario de venderle al municipio. Hacer el estudio de levantamiento topográfico y dimensionamiento de las áreas, porque difieren a las del certificado de tradición y después viene el avalúo que lo estamos haciendo con el Igac para darle toda la transparencia al proceso”, explicó Picón.

Y agregó: “no queremos volver a repetir la historia cuando se compraban predios en valores exhorbitantes. Estamos asegurándonos que el precio sea realmente el comercial”.

En 2013, el exalcalde Luis H. Rodríguez, compró a su exjefe y gerente del Banco Popular, José Héctor Marín, una finca ubicada en Toche por mil 880 millones de pesos que en 2006 fue comprada en un valor de $40 millones. El predio constaba de 825 hectáreas aunque José Rubén Ocampo, reclamaba 189 hectáreas de posesión.

El argumento de la administración fue que era de significado ambiental por ser una zona amortiguadora del Parque de los Nevados. Sin embargo, Cortolima indicó que la incidencia ambiental del predio está ligada con los ríos El Bermellón y Anaime, que conforman el río Toche; y que a su vez desemboca en el río Coello, no contribuyendo de manera alguna con la cuenca del Cañón del Combeima.

Cifra

4 mil 320 millones invertirá la Alcaldía para la compra de predios en el Cañón del Combeima a través dos convenios: Asocombeima e Ibal.