Como era de esperarse, el más crítico con la situación fue el concejal Carlos Portela quien manifestó que: “Si bien la red semafórica de Ibagué está obsoleta, hay una mala reacción de la Secretaría de Tránsito cuando de solucionar los problemas se trata.

Vemos que hay semáforos dañados y duran varios días en ser intervenidos, esto podría generar accidentes, por eso precisamente le exigimos mayor reacción al Secretario de Tránsito cuando los usuarios reporten un daño”.

Dentro del debate, el jefe de la cartera sostuvo que espera invertir cerca de 113 millones de pesos para la recuperación de algunos dispositivos que presentan daños, así entonces, se intervendrían 92 intersecciones y más de 585 semáforos vehiculares y peatonales que existen en la ciudad.

“En la primera semana de mayo estaremos adjudicando el nuevo contrato de mantenimiento preventivo y correctivo para optimizar el servicio de semaforización en Ibagué”, afirmó José Alexis Mahecha, secretario de Tránsito.

Mahecha también argumentó que con el proceso de consultoría que actualmente se adelanta para establecer un diagnóstico de la red semafórica de Ibagué se podrá proyectar la modernización de la misma.

“Sabemos de la necesidad de modernizar todo nuestro sistema, puesto que la ciudad ya requiere una red moderna con centro de control. Por eso esperamos que este año ya podamos abrir un nuevo proceso para iniciar el cambio de todos los semáforos de la ciudad”, dijo.

No hay plata

Muy expectante se mostró el presidente del cabildo, William Rosas, quien dijo que el Municipio no cuenta con los suficientes recursos para hacer el debido cambio de la red semafórica. Según se estima, serían cerca de cuatro millones de dólares los que se necesitarían para ello.

“Hay que mirar que los ingresos que recibe el Municipio no superan los 150 mil millones de pesos, producto de los impuestos de industria y comercio y el predial, por eso hay que ser conscientes que si se quiere actualizar la red semafórica se hace necesario pagar más impuestos con lo que no estoy de acuerdo. Por eso hay que optimizar lo que tenemos”, concluyó Rosas.