Mediante la resolución 652, la autoridad ambiental detalla que en el acta de tráfico ilegal de flora y fauna silvestre, se precisa que fueron incautados siete especímenes de fauna silvestre correspondientes a cuatro loros frentiamarillos y tres loros real.

“Una vez analizado el expediente y el material probatorio en él aportado, este Despacho considera que la conducta presuntamente desplegada por el Club Campestre Ibagué, se constituye en actos atentatorios contra el medio ambiente y el ordenamiento positivo ambiental, debido a la tenencia de siete especímenes de fauna silvestre en cautiverio, sin contar con el respectivo salvoconducto que determine el permiso que autoriza la obtención de los individuos o especímenes, por parte de la Autoridad Ambiental”.

Dentro de la valoración realizada se precisó que los cuatro loros frentiamarillos y los ‘loros real’ estaban confinados en una jaula de alambre, la cual estaba ubicada de tal forma que eran captados por los residentes del Club Campestre.

Según Henry Reina Mendoza, “los loros eran traídos a esta zona (pesebrera) por los socios del club”.

Las siete aves registraban un peso por encima del promedio estimado para su especie, lo que los imposibilitaba a volar.