Urbanización Barlovento, en dirección al progreso

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Los buenos vientos llegaron a Barlovento cerca de cumplir una década de constituida, cuando de a poco varias familias llegaron y quisieron quedarse allí para disfrutar de la vegetación que la rodea y la tranquilidad que cotidianamente se vive en las tres manzanas que la componen

Ubicada en la comuna Ocho, esta urbanización colinda con barrios como Nueva Castilla, La Cima, Protecho, Topacio y Altos de Vasconia. Aunque en sus inicios padeció de algunos brotes de inseguridad, Barlovento ha sabido mantenerse a distancia de problemáticas que sí han sido protagonistas en vecindades. “En el barrio se respira paz, somos pocos los que vivimos aquí pero no existen inconvenientes graves”, afirmó Flor Ángela Suárez, habitante del sector y veedora de la comuna.

Cerca de 500 habitantes residen en las manzanas a, b y c, en 122 viviendas de dos plantas; algunos propietarios todavía residen en ellas y son quienes se preocupan por mantener el bienestar y obtener beneficios para la comunidad, entre los cuales está proyectado construir un salón comunal donde puedan llevarse a cabo las asambleas de la Junta de Acción Comunal, actividades de recreación para la infancia y programas que tiene el Estado en favor de los adultos mayores.

“Tenemos un lote que está destinado al levantamiento de un salón donde podamos concentrar a los vecinos, ese es un reto a mediano plazo que esperamos pronto podamos alcanzar”, sostuvo Armengol Prado Rodríguez, presidente de la Junta de Acción Comunal. Y añadió: “Somos un barrio nuevo, no tenemos ni los diez años pero sí estamos muy interesados en poder organizarnos como un barrio sólido que dé ejemplo a otros en la comuna Ocho; en ese sentido hemos venido trabajando, especialmente desde algunas falencias que se presentan desde hace tiempo”.

Asimismo, Víctor Montenegro quien junto a su familia fueron de las primeras en llegar a la urbanización, confesó que aunque ha existido sentido de pertenencia “hace falta todavía más empeño para conseguir la atención necesaria, tanto de organizaciones privadas como del Gobierno, que se han olvidado de estas tres manzanas que aunque no son grandes, también tienen necesidades”. Además, contó que están en la gestión de un parque que sea óptimo para los niños y los adultos que quieran hacer deporte.

 

La Navidad, toda una tradición

Desde que llegó Armengol Prado, presidente de la JAC al barrio, las fiestas decembrinas tomaron color e iniciativa luego que la vecindad se reuniera para construir un pesebre de tamaño significativo, que ha tomado con el pasar de los años una gran importancia. Han existido muchas temáticas que ponen a volar la imaginación, “desde elementos comunes, con movimiento y hasta reciclables(...) han pasado cantidad de ideas que hemos podido hacer, y que no solo surgió aquí sino desde hace más de 35 años cuando viví en el barrio El Carmelo, cerca a Armero al que también llegaba mucha gente porque la creatividad siempre estuvo presente”, dijo Prado.

Esta fecha congrega a más de 120 niños, entre ellos algunos de otros barrios que no se pierden de las festividades y que son incluidos en otras actividades como proyección de películas. El 31 de diciembre también está agendado para los habitantes de Barlovento, pues los tradicionales muñecos de año viejo se posan en las casas, especialmente en la de Armengol Prado quien no deja pasar los concursos que hacen en la ciudad. “Hasta mis hijos han adoptado la tradición y nos reunimos para crearlos, esta urbanización es un remanso de paz”.

 

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“Pasa el tiempo y nada”

Aunque se han aunado esfuerzos, la urbanización desde hace más de cuatro años viene presentando una problemática importante que cada día afecta más a sus residentes. Se trata de una sequia canalizada que pasa junto a las casas y trae aguas negras. “Ha sido prácticamente imposible que entuben esa canal, hemos hablado con el Ibal, con Cortolima y hasta la Alcaldía pero se ‘tiran la pelota’ y no solucionan nada; luego de las 4 de la tarde el olor es insoportable y muchos deben permanecer con el ventilador prendido”, señaló Flor Ángela Suárez, líder del barrio.

Manifestaron que ya interpusieron una tutela para que exista pronta solución y no se lleguen a presentar problemas de salubridad, debido a que hay más de 50 niños y adultos mayores que no podrían asimiliar una afectación severa. “Aquí al lado hay un centro de salud de la USI y los ancianos no hacen uso del comedor comunitario porque los olores no los dejan, necesitamos con urgencia una solución”, finalizó Suárez.

 

Dato

A través de subsidios y ayudas del Estado fue posible la construcción de las viviendas.

Credito
EL NUEVO DÍA

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