“Tenemos que volver a generar un orgullo por Ibagué”, Leonidas López

HÉLMER PARRA - EL NUEVO DÍA
Luego de años dedicados a la educación como rector de las universidades de Ibagué y Minuto de Dios, Leonidas López Herrán, se animó a saltar a la arena política y buscará aspirar a la Alcaldía de Ibagué por el Centro Democrático. En entrevista, dijo que priorizará el fortalecimiento de la economía y la alianza entre los sectores público y privado.

EL NUEVO DÍA: ¿Por qué le picó el ‘bicho’ de la política?

LEONIDAS LÓPEZ: Me invitaron a que analizara la posibilidad de ser candidato, algo que considero como un honor. He sido un servidor toda la vida. Creo que todas las obras y trabajos que he hecho en el mundo académico, empresarial y social le han sido útiles a la ciudad. Entonces, si uno es un servidor, la máxima oportunidad de seguir haciéndolo es a través de la política, que es el servicio para todos.

E.N.D.: ¿Álvaro Uribe le hizo esa invitación?

L.L.: Me llamó el presidente Uribe, la senadora Paloma y el representante Ferro, para decirme ‘por qué no lo piensas, puede ser una buena oportunidad’. Como en todas las cosas en la vida, cuando uno decide hacer una labor, pues la enfrenta haciendo la tarea. Si se da, sería magnífico. Es lo que quisiera.

E.N.D.: ¿Cuál va a ser el mecanismo de selección del candidato único?

L.L.: Los estatutos del Centro Democrático tienen diversos mecanismos, desde el consenso o la encuesta, hasta la designación directa. Pero, siempre he pensado que el sistema más idóneo es el consenso, porque integra y no divide, y es una manera lógica de entender cuál es la mejor persona en el momento dado. El consenso permite hacer alianzas con otros, contrario a otros mecanismos en los que se fija al candidato y después no se puede hacer nada.

E.N.D.: A usted ya lo están calificando como el candidato de los ricos. ¿Qué piensa de ese señalamiento?

L.L.: Ha habido épocas maravillosas de la ciudad en las que he estado muy cercano al sector empresarial para ejecutar cosas como la actual Universidad de Ibagué, Aires, Fatextol, Actuar o el Fondo Regional de Garantías. Ahora, los últimos años de mi vida han estado dedicados a la educación, especialmente de los sectores socioeconómicos que no han tenido oportunidades.

En Uniminuto, donde llegué a graduar a unas 60 mil personas a nivel nacional, se aplicó la filosofía de desarrollar un departamento donde los jóvenes se puedan educar. Entonces vamos a ejecutar acciones que realmente estén dirigidos a poblaciones que no han tenido oportunidades.

E.N.D.: ¿Le preocupa el populismo que le quieren generar en contra?

L.L.: No. Creo que la gente es reflexiva. He dicho que en mi vida no he graduado ni un solo enemigo. Solo he graduado amigos y personas que buscan un futuro.

E.N.D.: ¿Un hombre como usted, que no ha estado vinculado a la política electoral, está preparado para recibir ataques en su contra o sus aliados?

L.L.: No hay que anticipar las angustias. Cada cosa llega a su debido tiempo y llega por alguna razón. Creo que si uno construye con aliados un proyecto de ciudad e identifica cuáles son las verdaderas necesidades, cómo afrontarlas y con qué actores hacerlo, pues habrá una forma de manejarlo. Entre otras cosas, mi forma de ser es muy tranquila y nunca he sido agresivo. Eso es una ventaja para buscar soluciones.

E.N.D.: En el escenario de que ya es alcalde, ¿tendrá el carácter para enfrentar los intereses de Uribe?

L.L.: Creo que el alcalde que esté, cualquiera que sea, tiene que aferrarse al cumplimiento de la ley y saber con claridad qué es lo que le conviene a la ciudad y que no. Debe saber manejar las situaciones bajo esos criterios. Ahora, hay que hacer una unión alrededor de lo ético, para tener claridad al manejar las situaciones.

E.N.D.: ¿Por qué busca la candidatura por el ‘uribismo’?

L.L.: El expresidente sabe lo que he hecho, mi capacidad de ejecución, mis antecedentes académicos y la vinculación a lo social y lo empresarial. En diferentes ciudades, él invita a personas que tengan una buena imagen, generen buena opinión y reconstruyan la confianza en la ciudad. Por eso aparezco yo.

Ahora, no he sido un militante político, pero eso no significa que no tenga criterio. Pongo a disposición mis capacidades con un movimiento que me ha invitado a respetar la ciudad, pero tengo la certeza que habrán otros movimientos que puedan pensar que soy un candidato de ciudad. Es decir, no hay puertas cerradas.

E.N.D.: ¿Qué diferenciaría su gobierno del de Guillermo Alfonso Jaramillo?

L.L.: Él fue un excelente gobernador, porque generó confianza a todos los actores, pero ahora lo noto en un momento de razonamiento difícil. Más que con Guillermo Alfonso, mi estilo de administración propendería por construir relacionamiento con todos los sectores.

Sobre su gobierno me parece que hay que seguir con el trabajo grande que ha construido en las comunidades, con los jóvenes y la cultura. Más que diferencias, lo que tendría que ver es el estado de la ciudad. Aquí no vamos a ver para atrás sino que miraremos hacia adelante.

E.N.D.: ¿Cree que Rubén Darío Correa está usando la emisora para fines políticos?

L.L.: ¿En qué momento se debe separar de algo? Esas son decisiones muy de tipo personal. Hay un momento para las cosas y cada persona puede tener una barrera de lo que es verdaderamente ético en lo que afecta a la comunidad o no. Pero no tengo la capacidad de juzgar un caso puntual como este.

Reconozco el valor de los medios. Ibagué era una ciudad diferente cuando no existían. A veces me preguntan por un periodista como Rubén Darío y respondo que le tengo un gran respeto.

 

Un trabajo de años

 E.N.D.: ¿Quién es y cuál ha sido su trayectoria?

L..L.: Soy un ibaguereño que he construido mi vida alrededor de la ciudad. He sido un servidor, cuyas ejecutorías en materia de educación y otros sectores han sido exitosas, porque, entre otras cosas, he generado cierto nivel de confianza en los cargos donde he estado. Voy ha reconstruir el orgullo de ciudad, porque si uno no quiere una cosa, no la cuida.

Tendré un estilo de gobierno que va a integrar a todos alrededor de la ciudad y voy a poner la ciudad por encima de cualquier diferencia o de cualquier interés. El momento que la ciudad vive, requiere de una persona de ese perfil y tiene que escoger un candidato que tenga mucho arraigo en los temas académicos, pero que sea ejecutor. Debe ser una mezcla de los dos.

E.N.D.: Se le reconoce como el edificador de una idea que permitió posicionar a Uniminuto en Ibagué y el país. ¿Cómo lo hizo?

L..L.: Uniminuto es una universidad de la órbita de la iglesia, que está alrededor de su filosofía social, pero no es confesional. Es una institución con un principio claro: brindar educación de calidad a quien no la ha tenido. El 70 por ciento de los estudiantes de Uniminuto son de estratos uno y dos, y el 68 por ciento son mujeres.

Su modelo ha ganado todos los premios porque es incluyente, tiene un foco social, tiene una cooperativa que financia a los estudiantes, usa una tecnología de punta y tiene alianzas con las alcaldías y las gobernaciones. Por esto, el modelo fue transferido a África. Uniminuto es una institución ejemplar. Tiene un foco y no se sale de el.

E.N.D.: ¿Qué tan cierto es que usted gestionó ante el Banco Mundial un crédito de varios millones de dólares para Uniminuto?

L..L.: Uniminuto tomó la decisión de volverse un proyecto nacional y para eso tuvo varias etapas. Aumentó su oferta, mejoró su infraestructura y adquirió un sistema de financiación. En ese camino, el Banco Mundial otorgó un crédito con lo que se logró fortalecer el sistema financiero y crear toda la red de instituciones. Ese proyecto es reconocido mundialmente y a nivel regional. Por ejemplo en el Tolima, estamos en el 80 por ciento de los municipios con el apoyo de Óscar Barreto. Es un proyecto del cual tuve el privilegio de participar y que ha marcado mucho mi manera de ser.

E.N.D.: Usted tiene fama de tener una gran capacidad de relacionamiento y de gestión. ¿Lo considera una ventaja?

L..L.: Hay gente que dice que lo que sé hacer es eso. Pero sé hacer otras cosas. Como en todos los proyectos de recursos, si usted necesita un proyecto, debe saber quién le echa el cuento a quien. Eso es así. En Ibagué se debe continuar haciendo inversión alrededor de los recursos públicos y privados, pero también creo que entidades multilaterales verían a Ibagué con muy buenos ojos por sus condiciones, el estado de salud, la prioridad que se le ha dado al medio ambiente y la cultura. Conozco mucha gente en ese sentido.

 

El fortalecimiento de la economía y potenciar

la inversión

 E.N.D.: ¿Cuáles son los ejes de su propuesta?

L.L.: Hay temas muy puntuales. Ibagué, visto desde afuera, es para muchas personas un sitio ideal, porque tiene buena gente y está bien localizada, pero no hay un entorno de inversión. Entonces hay que dinamizar la economía, para que haya un ambiente donde se puedan generar inversiones a través, por ejemplo, de la alianza público privada, una condición que le permitió progresar a la región en diversos momentos.

Lo segundo, tras el daño que le produjo a la ciudad el fracaso de los Juegos Nacionales, tenemos que volver a generar un orgullo por la ciudad. Uno cuida lo que quiere. Eso se puede lograr cuando hay una administración que se une alrededor de proyectos específicos, buscando que los diferentes sectores participen y se reconstruyan lazos entre lo público y lo privado.

E.N.D.: ¿Le devolverá la confianza a los ibaguereños?

L.L.: Sin lugar a dudas sería una apuesta. Volver a que los ibaguereños se sientan orgullosos de su ciudad y confíen en ella. Eso tiene que ver con la unidad sobre la diversidad. Unidad alrededor de Ibagué. Creo que en el mundo es el estilo de los gobiernos que han podido desarrollar comunidades.

E.N.D.: ¿Y cómo ve la postulación de Ibagué para ser sede de los próximos Juegos Nacionales?. Seguramente el alcalde Jaramillo dejará avanzadas las obras de los escenarios, pero él mismo ha dicho que no se alcanzarán a terminar algunos.

L.L.: Los Juegos de 2015 fueron una oportunidad perdida. Ibagué tiene una deuda con la Nación frente a eso. Entonces, terminados los escenarios y si el Gobierno ve con buenos ojos a Ibagué, sería una oportunidad de reconstruir la confianza y pagar esa deuda con el país. Es que Ibagué tradicionalmente fue escenario de muchas actividades nacionales, porque está en triángulo de la economía por su localización y tiene ahora potencialidad para recuperar esa capacidad de hacer eventos.

E.N.D.: Hay consenso en que el próximo alcalde encontrará un escenario fiscal y financiero difícil, en parte, por el alto nivel de endeudamiento que hoy tiene la ciudad. ¿Cómo enfrentaría eso?

L.L.: Algunos de los retos serán buscar la autonomía financiera de la ciudad y dosificar o normalizar el sistema de tributación que hoy afecta tanto. La ciudad tiene un nivel de endeudamiento alto. Aquí no hay fórmulas mágicas. Es simplemente evaluar qué es lo que sucede, acudir a las fuentes y generar programas específicos para que la ciudad tenga una autonomía financiera así sea con crédito, buscando más inversión o acudir a muchos programas nacionales.

E.N.D.: Hay un enfrentamiento entre la Alcaldía y la Cámara de Comercio por las cifras de desempleo y el apoyo a los empresarios. ¿Qué espera de esa relación?

L.L.: Los sectores público y privado tienen que estar unidos para generar empleo. Ciudades como Medellín logran inversiones porque el alcalde, el gobernador, la cámara de comercio y otros sectores están alineados. Esa unidad, como una condición obligatoria, es lo que permitirá impactar temas como el desempleo, un asunto que está relacionado al mejoramiento de la calidad y el acceso al sistema educativo.

E.N.D.: ¿Va a devolver la confianza inversionista?

L.L.: Uno no tiene garantizado que se logre, pero sin lugar a dudas hay que devolverle la confianza al inversionista. Pero, además, hay que hacer de la música, el entretenimiento y la educación un eje de desarrollo de la ciudad. Ibagué tiene ahí unas oportunidades como pocas. Creo que en la economía naranja y recobrar los saberes, Ibagué puede tener una apuesta importante para potenciar cierto tipo de actividades. En general, esta es una ciudad que puede ser de un potencial único y hay que trabajar sobre lo bueno que se ha hecho.

E.N.D.: ¿Cuál sería su apuesta en materia de movilidad?

L.L.: Me parece que la ciudad debe seguir trabajando en construir el sistema. No sé si la solución es exactamente la que se está planteando o no, pero es una situación que ha venido caminando. Cualquier administrador que llegue, debe pensar en entender los problemas de ciudad como el agua, la seguridad y el desempleo, pero también, debe tener una serie de proyectos que trascienden a una administración y hoy la ciudad debe mejorar la inversión en infraestructura de acuerdo con su situación económica y sus necesidades. Sobre los proyectos que hay, debemos ver cómo se avanzan y cuál es la solución. Es decir, hay que trabajar sobre lo construido.

E.N.D.: ¿Cómo ve la situación de los suicidios?

L.L.: Como en otras ciudades, se puede fortalecer los sistemas de apoyo y de atención para este tipo de situaciones. Hay polémica sobre las razones de las personas para tomar esa decisión. Pienso que si mejoramos la esperanza de ciudad, el empleo, la salud, la educación y las oportunidades de construir familia tendremos la capacidad para generar un entorno que no facilite eso. La sociedad en general debe recuperar con mayor fortaleza el valor y la educación alrededor de la familia.

Credito
EL NUEVO DÍA

Comentarios