En Ibagué se volvió a cumplir con una jornada más del Día de la Movilidad Sostenible o Día sin carro y moto, la primera del año y que se realiza en el marco del acuerdo municipal establecido en 2018, que designa dos días en el año para esta actividad.

Desde las 6 de la mañana y hasta las 8 de la noche de ayer, en la ciudad dejaron de circular cerca de 185 mil vehículos, para darle un respiro al medio ambiente, en un escenario de completa calma.

En centros comerciales y en aras de vincular al comercio, se realizaron diferentes jornadas culturales y deportivas, sumada a la ya tradicional ciclovía sobre la carrera Quinta.

Con esta iniciativa, parte de la ciudadanía optó por utilizar medios alternativos de transporte, mientras un buen número de ibaguereños se volcó al uso del transporte público, que por momentos se congestionó, particularmente las busetas.

“Hubo bastante afluencia de biciusuarios, gente en patineta, trotando; la Policía Metropolitana brindó seguridad a todos los usuarios, el balance ha sido satisfactorio”, indicó el secretario de Movilidad, César Fabián Yáñez.

Para la jornada que tenía como objetivo reducir los niveles de contaminación ambiental, se dispuso por parte de Cortolima estaciones para la medición de la contaminación atmosférica y reducción de ruido, así como la emisión de gases en vehículos tipo taxi.

No cumplieron la jornada

Al cierre de esta redacción la Secretaría de Movilidad había inmovilizado 49 vehículos (38 motos y 11 carros) que no cumplieron con la restricción de movilidad.

Es de resaltar que la sanción impartida para los infractores era de 15 smmlv, un valor aproximado de 438 mil pesos.

Pese a la normalidad de la jornada se registraron cuatro accidentes de tránsito en diferentes puntos de la ciudad, sin que se registraran causas de gravedad, así lo indicó la Secretaría de Movilidad, que no dio mayores detalles.

Siguen sin aprobar

En la revisión de las fuentes móviles vehiculares, Cortolima indicó que los vehículos de transporte público, particularmente los taxis, siguen sin aprobar las pruebas en las que se reglamentan los niveles permisibles de emisión de contaminantes.

“Lo más importante es conocer el vehículo y hacerlo revisar cuando se detecta alguna falla, muchos saben que tienen las fallas, pero no verifican para repararlas”, indicó Juan Eduardo Bonilla, funcionario de Cortolima.

Cifra

438 mil pesos es el valor que pagarán quienes incumplieron la restricción.