En la vereda Potrero Grande la comunidad padece la vía, piden que se construyan placas huellas

A lo largo de la vía que tiene varias lomas sobresalen las zanjas.
En el sector rural del corregimiento de El Totumo, los habitantes de la vereda Potrero Grande Parte Alta, sufren a diario transitar por la carretera que va desde la vía principal que conduce a Rovira hasta la vereda.
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Cerca de 40 familias son las afectadas, entre quienes están productores agrícolas, personas de la tercera edad, y niños que no pueden llegar a su lugar de estudio de manera tranquila.

Germán Rodríguez, habitante de la vereda, comentó: “Las condiciones de la vía de acceso a la escuela y la vereda como tal son bastante precarias. Ahora la carretera está seca y se desprende mucha piedra, y en tiempo de invierno al ser greda se pone muy lisa y se le dificulta al único vehículo (Jeep) que transita subir”.

De acuerdo con Rodríguez, este vehículo sube por pendientes en donde está el peligro latente de algunos precipicios, por lo que en mucho casos los mismos pobladores se ven obligados a realizar maniobras para impedir que se vuelque.

La vía es toda destapada y el tramo más crítico es de unos 700 metros, que tiene zanjas que los campesinos arreglan por sus propios medios.

Así la situación, el pedido de la comunidad a la Administración Municipal es que se construyan placas huellas en la vereda para solucionar la problemática.

“Lo que necesitamos son placas huellas, los habitantes están dispuestos a poner la mano de obra, colaborar para construirlas”, agregó Rodríguez.

 

Productores y estudiantes afectados

Los estudiantes de la sede Potrero Alto perteneciente a la Institución Educativa Fernando Villalobos Arango, en su mayoría niños que cursan la básica primaria, se desplazan por esta vía desde las 6:00 a.m.

Asimismo, productores de café, plátano, aguacate, caña, tienen que transportar los alimentos a través de esta vía para poderlos vender.

Credito
REDACCIÓN IBAGUÉ

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