La patrulla de Infancia y Adolescencia de la Policía recibió el llamado de René Crespo Gómez, párroco de la iglesia, quien le solicitó ayuda luego de que una mujer desconocida entrara al centro religioso con un bebé recién nacido y lo dejara debajo de una de las bancas.

El bebé, de sexo masculino y de unos 25 días de nacido, estaba abrigado con una cobija azul.

Luego de enterados los policías lo llevaron hasta la USI del barrio Ricaute, en donde recibió atención médica y luego fue remitido a la Unidad Pediatría del Hospital Federico Lleras y le informaron a la Defensoría de Familia.