La compra de una nueva camioneta con un valor al público que oscila los $271 millones por la Alcaldía de Ibagué, para permitir la movilización del alcalde Andrés Hurtado, para realizar actividades propias de su labor, volvió a generar controversia entre los ibaguereños, quienes han cuestionado la necesidad del automotor y la austeridad en el gasto que tendría el burgomaestre en la ciudad ante la contingencia sanitaria.
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Las dudas se avivan más, luego de conocerse que en el 2019, la alcaldía de Guillermo Alfonso Jaramillo ya había hecho la compra de otro vehículo que para ese entonces le costó al Municipio $327 millones 235 mil pesos. Es decir, que con un vehículo con un poco más de un año de uso se adquirió otro que cumplirá el mismo fin.
El anuncio ha tenido diferentes cuestionamientos, entre ellos el del excandidato a la Alcaldía, Camilo Delgado, quien se preguntó si era “urgente y necesario el gasto público en medio de la crisis económica que vive la ciudad”.
Credito
EL NUEVO DÍA
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