Ya es la quinta vez que Alcira, la dueña de una floristería del barrio, ha presenciado cómo los intrusos han sobrepasado las rejas de seguridad de su casa y han intentado llevarse algunas de sus pertenencias

“La primera vez que se metieron se llevaron la lámpara de afuera y revolvieron unas cajas con cosas de la floristería que tenía afuera, gracias a Dios no fue mucho lo que se llevaron. Pero han seguido viniendo, anoche le quitaron el pasador a la reja del segundo piso, porque iban por el asador, afortunadamente lo descubrimos a tiempo, aunque el muchacho se voló al verse atrapado”, contó.

Los habitantes aseguran que el barrio nunca había sido tan peligroso y que son los ladrones de barrios como Santa Cruz, los que vienen a hacer sus hazañas en el sector.

“Cuando yo ya estoy acostado veo el reflejo de los pillos subiendo por las escaleras de afuera del segundo piso, rondan el barrio para ver que pueden encontrar a la mano para llevárselo, se aprovechan de cualquier descuido y de lo más mínimo se pegan”, refirió David Varón, residente del sector.

Vecinos piden que se aumente la vigilancia por parte de las autoridades, para evitar que la situación pase a mayores. Algunos residentes iniciarán una recolecta con la intención de instalar cámaras de seguridad, que les permita dejar al descubierto las intenciones de ‘los amigos de lo ajeno’.

Según las cifras de la Policía, el robo a residencias ha disminuido este año en comparación con 2019. Sin embargo, en el barrio San Diego los vecinos sienten lo contrario.