Una de las opciones que consideraría la Administración municipal para evitar que colapsen los centros hospitalarios, como ya lo vaticinó el gobernador Ricardo Orozco, es la imposición del toque de queda diurno y la implementación de pico y cédula para todas las actividades.

“Si no  logramos bajar ese nivel de ocupación de las camas, las medidas pueden volverse más rigurosas. Si nos toca, seguramente el alcalde Andrés Hurtado las tomará de manera responsable”, explicó Portela, quien pidió a la ciudadanía a seguir el autocuidado y cumplir los protocolos de bioseguridad.

De acuerdo con el reporte más reciente de la Secretaría de Salud de Ibagué, en la red hospitalaria de la ciudad solo quedan 10 camas disponibles: cinco para Covid-19 y cinco para otras patologías.

El registro de capacidad instalada refleja que cuatro centros asistenciales llegaron al 100%, como lo son: la Clínica Nuestra, Avidanti, Medicádiz y Clinaltec. De ahí que las autoridades estén en alerta y, siguiendo las indicaciones del Ministerio de Salud, se podrían endurecer las medidas. 

El Ministerio emitió una nueva alerta ante el crecimiento de casos y fallecidos en el Tolima, invitando a los ciudadanos a evitar las reuniones sociales y, en lo posible, no visitar los adultos mayores o personas con comorbilidades, usar tapabocas de forma permanente sobre todo en espacios cerrados y garantizar la ventilación de las casas.