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Solo ayer de las 14 personas fallecidas por Covid-19 en Ibagué, reportadas por el Instituto Nacional de Salud (INS), 13 tenían edades entre los 60 y los 91 años, una situación que expone la vulnerabilidad de los adultos mayores ante el virus. Diariamente es esta población, quien en mayor parte pierde la batalla contra la enfermedad, lo más preocupante para las autoridades sanitarias es que son los jóvenes quienes terminan contagiando a este grupo etario.
La secretaria de Salud, Jhoana Aranda, indicó que si bien cerca del 60% de los contagios se registran en pacientes entre los 20 y 49 años, de manera infortunada el 80% de las muertes registradas en el Municipio ocurren en ciudadanos de la tercera edad.
“El 60% de los contagios se está dando en los pacientes entre 20 y 49 años, pero lastimosamente el 80% de las muertes se está dando en los pacientes de 60 a 90 años. Se contagian los jóvenes, pero se nos mueren los adultos mayores”, explicó la funcionaria.
Hasta ayer en el Sistema integrado de información para la protección social (Sispro), de los 66 ibaguereños en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), 40 son mayores de 60 años; 23 entre 60 y 69 años; 11 entre 70 y 79 años y 6 de 80 años o más.
Aranda explicó que las comorbilidades más recurrentes son la hipertensión arterial, seguida de la diabetes y la obesidad.
El contagio viene de la familia
El infectólogo del hospital Federico Lleras Acosta, Juan Pablo Escobar, indicó que en sus análisis epidemiológicos han podido detectar que gran parte del contagio de los adultos mayores se está presentando por cuenta de su cercanía con el núcleo familiar, el médico advierte que en sus hogares las personas que deben salir a realizar sus actividades diarias, están bajando la guardia y no priorizan las medidas de autocuidado.
“En los análisis epidemiológicos más del 70 u 80% de los adultos mayores se están contagiando de esta forma, en el mismo núcleo familiar sin que el adulto mayor haya salido de su domicilio”, dijo Escobar.
Sumado a esta situación, advierte el médico, se presenta la negativa por parte de sus familiares e incluso el mismo paciente en asimilar el contagio por el virus, pese a que en la mayoría de casos presentan los síntomas y tienen factores de riesgo, asimismo se presenta la negativa de acudir a los centros de salud.
“Los adultos mayores tienen muchas comorbilidades, el adulto mayor llega muy tarde (a los centros de salud) con manifestaciones muy complejas, y más porque su reserva funcional, pulmonar y todo el sistema del cuerpo, pues evidentemente sufre más con la afectación del virus, llegan en situaciones muy precarias. Están llegando tarde”, advirtió el infectólogo.
La importancia del oxímetro de pulso
El profesional Juan Pablo Escobar, hizo el llamado para que la ciudadanía siga acatando las normas de autocuidado en la calle y en sus hogares y resaltó la importancia de tener en los hogares un oxímetro de pulso, que permite verificar la saturación o cantidad de oxígeno que hay en la sangre, y alertar el comportamiento del virus en el cuerpo.
“Es fundamental, en este momento en todas las casas se debería tener en lo posible un oxímetro de pulso. Es una herramienta fundamental, en muchos países se está promoviendo su uso, así como en las casas todos tenemos un termómetro para medir la fiebre, en este momento es prudente tener un oxímetro.
“Sirve para verificar la saturación o la cantidad de oxígeno que hay en la sangre y mira las pulsaciones cardiacas como una medida de alerta para tomar decisiones rápidas y asistir a los servicios de urgencias”, dijo el médico.
Se contagian los jóvenes, pero se nos mueren los adultos mayores
Jhoana Aranda, Secretaria de Salud.
La gran mayoría de los adultos mayores se están contagiando en sus domicilios por reuniones familiares y sociales con sus parientes cercanos
Juan Pablo Escobar. Infectólogo.
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