Pese a la pandemia, feligreses le cumplieron al Domingo de Ramos

Crédito: Hélmer Parra/EL NUEVO DÍAManteniendo el aforo permitido, los feligreses regresaron a los templos para el Domingo de Ramos.
Sin procesiones y acatando las medidas de bioseguridad, los devotos católicos de Ibagué conmemoraron la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y dieron inicio a la Semana Santa.
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Por segundo año consecutivo, la conmemoración del Domingo de Ramos, en la que se recuerda el ingreso de Jesús a Jerusalén, estuvo marcada por la pandemia, aunque esta vez algunos feligreses pudieron regresar a los templos y otros -la mayoría de los católicos-, acompañaron la celebración religiosa a través de internet.

En esta fecha, que da fin a la cuaresma y señala el inicio a la Semana Santa, no se vivieron las tradicionales procesiones de ramos y las parroquias, antes colmadas por cientos de personas, tuvieron que mantener su aforo limitado, por lo que las actividades religiosas se transmitieron en buena parte a través de las plataformas virtuales.

En el recorrido que El Nuevo Día realizó por algunas de las iglesias, se evidenció un buen comportamiento de los feligreses evitando las aglomeraciones y, aunque en menor medida que otros años, algunos vendedores informales comercializaron la palma de cera, pese a que está prohibido por la condición de amenaza. Otros sí vendieron otras especies.

En la homilía en la Catedral de Ibagué, monseñor Orlando Roa, arzobispo de Ibagué, dijo que la Semana Mayor es un momento propicio para reflexionar sobre momentos difíciles y “situaciones de pecado que alejan a las personas del camino de la salvación y de la presencia de Dios”.

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“En un análisis de la situación actual de país, encontramos que no se detienen prácticas en contra de la vida como el aborto, el microtráfico, la inseguridad, la violencia contra los líderes a pesar la pandemia. Le pedimos al Señor que toque el corazón de todos los ciudadanos, no solo del Tolima y Colombia sino del mundo entero para que nos dejemos gobernar por él a quien aclamamos en este Domingo de Ramos”, dijo.

El padre Félix María García, párroco de la Catedral de Ibagué, aseguró que la pandemia pudo haber restringido el acompañamiento presencial a las actividades de la Semana Mayor, pero no mermó el compromiso con llevar una vida espiritual. En todo caso, dijo, la iglesia hizo un gran esfuerzo para garantizar que los feligreses sigan las conmemoraciones.

“El inicio de la Semana Santa con el Domingo de Ramos significa la experiencia de la fe profunda de la iglesia en Jesucristo resucitado que se mantiene viva a pesar de estos momentos de pandemia. La gente desea participar y eso demuestra un Cristo y la fe viva en la comunidad”, indicó.

Por su parte, Adriana Jiménez, fiel devota de la iglesia Católica, afirmó: “Esta es la apertura a la Semana Mayor y es lo más importante que nos puede pasar en esta celebración. Hemos empezado a salir a la calle, a perder el miedo, a recordar que Dios es el dueño de nuestra vida. Mucha gente está volviendo al templo. Es importante abrirle el corazón a Jesucristo en estos días”.

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DATO:

El ramo, que es sinónimo de protección para muchos fieles y creyentes, se bendice en la ceremonia, la cual, en época de normalidad, estaba antecedida por una procesión.

Credito
EL NUEVO DÍA

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