El regreso a clases presenciales en el Tolima sigue siendo incierto. La nación espera que sea en las próximas semanas, teniendo en cuenta la actualización de los protocolos de bioseguridad que quedaron establecidos en el decreto 777 del Ministerio de Salud (ver lista), pero los maestros son enfáticos en señalar que lo importante es que se cumplan todas las condiciones.

Sin duda, dicen ellos, el avance en la vacunación de los maestros y demás funcionarios del sector educativo supone el cumplimiento de una de las exigencias para retornar a las aulas; sin embargo, aún queda por cumplir otra serie de requerimientos sobre los que no existe la certeza de que se van a implementar a cabalidad para encarar un regreso seguro.

Para el caso de Ibagué, según el más reciente reporte de la Administración municipal, ya se alcanzó la meta de aplicar la primera dosis contra el Covid-19 a 3.600 funcionarios del sector educativo, luego de implementar cuatro jornadas masivas que se llevaron a cabo en el colegio Normal Superior.

El secretario de Educación, Juan Manuel Rodríguez, precisó que en cada una de las fechas asignadas se vacunó al personal de los colegios públicos, privados y rurales de la capital tolimense. Así, indicó el funcionario, se genera una proyección importante para seguir con el retorno gradual, progresivo y seguro en las instituciones.

Comisión de verificación, a poco de funcionar

De acuerdo con William Polo, presidente del Sindicato de Maestros del Tolima (Simatol), una condición indispensable es que buena parte de las sedes educativas sean dotadas con elementos como lavamanos, baterías sanitarias, tapabocas, buena ventilación y espacio para mantener el distanciamiento físico. 

Como se sabe, una comisión de verificación será la encargada de revisar y acreditar que una institución educativa sí cumple con las condiciones sanitarias y de bioseguridad para retornar a las aulas. En Ibagué se espera que esta misma semana, junto a la Secretaría de Educación, se defina la fecha en la que comenzará a funcionar.

“La vacuna es un avance importante, pero faltan condiciones y se debe garantizar lo que ha establecido la Organización Mundial de la Salud, que haya una comisión de verificación que revise el cumplimiento de las condiciones y cuando ya se disponga todo el tema pedagógico y sanitario, pues entraría la comunidad educativa a definir el retorno”, afirmó Polo. 

El dirigente sindical mencionó que no han vuelto a conocer novedades sobre el avance de ejecución de los $3.140 millones y los $9.235 millones que el Ministerio de Educación giró al Municipio y el Departamento, respectivamente, para la adecuación de instituciones. El último reporte del que tuvo información, que data de abril pasada, refería avances del 34% y 16%.

Polo señaló también que esas inversiones deben tener una proyección de largo tiempo. “Pueden estar generando unos elementos de bioseguridad como tapabocas, alcohol y lavamanos portátiles, pero que no sea por unos meses. Planteamos que se debe dejar previsto en el presupuesto y sean de fácil ejecución los recursos necesarios para garantizar durante todo lo que resta del año lectivo y durante 2022”, explicó. 

También pidió al Municipio estar preparado ante focos de contagio o un incremento de casos en el comportamiento epidemiológico. “La vacuna no evita un contagio sino que hace menos doloroso, tortuoso, traumático todos los efectos en nuestra salud. Por eso, si se presenten casos de contagio masivo, ojalá no, se debe tener listo todo el dispositivo desde el sistema de salud para atender la situación y si hay necesidad de suspender, que se tome la decisión consecuentemente”, agregó. 

La comisión de verificación de las instituciones educativas estará conformada por las secretarías de Salud y Educación, los sindicatos, los representantes de los consejos directivos de las instituciones y los delegados de la Personería, la Defensoría del Pueblo y el Bienestar Familiar.

Lista

Algunas pautas de la resolución 777

1. Los aforos estarán determinados por la capacidad que tiene cada establecimiento educativo, a partir de la adecuación de los espacios abiertos y cerrados, respetando el distanciamiento mínimo de un metro. 

2. Implementación de la estrategia de cohorte o burbuja en la que se identifican y conforman grupos fijos de menores que permanezcan juntos a lo largo del día, manteniendo el distanciamiento físico. 

3. No es necesario el cierre del servicio de educación inicial o del establecimiento educativo cuando se presenten casos sospechosos o confirmados de Covid-19 en la comunidad educativa.

4. Privilegiar las actividades al aire libre o en espacios abiertos con adecuada ventilación dado la dificultad de mantener el distanciamiento físico con otros niños.

5. Escalonar los tiempos de comida y descanso, privilegiando espacios al aire libre o espacios con adecuada ventilación para el consumo de alimentos.

6. Realizar de manera rutinaria y continua el aseo y desinfección del piso, juguetes, libros, mobiliario y otras superficies con las que tendrán contacto los menores.