Los enormes embotellamientos, que son atribuidos por algunos ciudadanos a la ampliación de una bicirruta en las inmediaciones de la Universidad de Ibagué, tienen desesperados a los conductores, ciclistas y peatones que a diario transitan por este punto.

Ibaguereños consultados por esta redacción dan cuenta de las calamidades que enfrentan por los atascos viales: constantes accidentes, riñas entre conductores, retrasos para cumplir las obligaciones profesionales y académicas, y ruido excesivo.

“Esto se volvió pan de cada día. Todos los días, subiendo y bajando, en horas picos o no, es un problema pasar por la avenida Ambalá. Llevamos mucho tiempo sufriendo por eso. Necesitamos un viaducto”, afirmó César Martínez, conductor de taxi. 

Por su parte, Javier Murillo, conductor de moto, dijo que los responsables de la congestión son los conductos de servicio público de transporte, pues no cumplen con rigor las normas de movilidad. También afirmó que se debe mejorar la señalización. 

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