La historia del lugar más espeluznante de Ibagué inició en el siglo XIX, cuando el Panóptico fue construido como una cárcel para delincuentes peligrosos.

Según cuentan, a través de narraciones orales que datan de años atrás, muchos de ellos fueron sometidos a crueles castigos que acabaron en muertes, y cuyas almas aún vagan por las 70 celdas que lo componen.

Aunque el Gobierno ha hecho de todo para recuperarlo, desde que el programa de RCN ‘Ellos están aquí’ grabó el documental, el sitio se volvió predilecto para la realización de rituales, que aumentan en época de Halloween.

Expertos en actividad paranormal han asegurado que la energía del lugar es pesada, llena de la pena y dolor de los presos, y rodeados de espíritus y fantasmas que los amantes de lo paranormal llegan a buscar. Además, se dice que brujos y grupos satánicos aprovechan esa misma energía para ‘capitalizarla’, y hacer sus trabajos espirituales.

Habitantes de las zonas aledañas aseguran que en las noches se pueden escuchar gritos, se ven luces extrañas o sombras que se desvanecen de manera extraña.

A pesar de que hoy en día luce más moderno y es un museo, la energía sigue presente.