La Unidad de Salud de Ibagué ha tenido un desequilibrio financiero, debido a que se presenta una diferencia entre lo que cuesta prestar los servicios médicos y los recursos que ingresan a la entidad.
A través de un debate de control político, los ediles de las diferentes JAL del municipio hicieron un llamado a la Secretaría de Gobierno para el fortalecimiento de las garantías en términos de nómina e infraestructura para llevar a cabo sus labores comunales.
Algunos ciudadanos y concejales señalaron que es necesario que la atención al público mejore al interior de la cartera y que la decisión de quien quede en el cargo es determinante.
Luego de la declaratoria de emergencia funcional que hicieron las clínicas Avidanti, Tolima y el hospital Federico Lleras Acosta, la Secretaría de Salud municipal hizo un recorrido por las centrales de urgencias con la intención de revisar la atención en estos puntos ante las quejas ciudadanas por la lentitud y aglomeración en la prestación del servicio.