Un informe de 20 páginas donde se expone los riesgos que se llegarían a presentar si se continúa con el relleno sanitario de Armero - Guayabal, fue el resultado de una auditoría que realizó la Contraloría General del República, después de visitar este lugar.

El documento podría convertirse en un ‘arma’ para la comunidad que lleva varios años en contra del proyecto, que a propósito en las últimas semanas se mencionó de nuevo tras la viabilidad que entregó Cortolima para su construcción.

En la carta que fue enviada a la Alcaldía de Armero - Guayabal, se especifica que la indagación se inició producto de una denuncia sobre presuntas irregularidades con el otorgamiento de la licencia ambiental.

El análisis

Dentro de las observaciones, el ente de control afirma que sobre la factibilidad, el Ministerio de Vivienda formula y se compromete con un proyecto donde no se asegura la ubicación del predio, además que el mismo no contaba con un estudio de factibilidad que asegurara la viabilidad técnica, financiera y ambiental.

Afirma que se evidenció que la obra sufrió unas modificaciones, porque el lote cuenta con una topografía irregular y que el presupuesto que era cercano a los dos mil millones de pesos, solo alcanzó para adecuar algunas áreas y actividades específicas.

La Contraloría también hace referencia a una cláusula del convenio donde afirma que la Alcaldía en caso de incumplimiento debe responderle al ente a nivel nacional.

Por lo que se constató que la Alcaldía no contaba con el predio para el relleno sanitario.

Diagnóstico ambiental

En la revisión hecha por el ente de control, se encuentra que el proyecto no contó con un estudio ambiental para la ubicación de los residuos sólidos y tampoco con el análisis costo - eficiencia.

“Esto generó que Cortolima para la expedición de la licencia ambiental no tuviera las alternativas de localización del proyecto”, reza el documento.

Lo que se evidencia, según la Contraloría, son presuntas irregularidades en el otorgamiento de este proceso.

Pero no es el único tema ambiental que inquietó al ente de control, afirma que con relación al curso del agua hay posibilidad de amenaza de contaminación del recurso hídrico.

Esto, relacionado ante eventos contingentes generados en la operación del relleno, por los cuerpos de agua que hay en el sector.

Afirma que: “la ubicación del proyecto en una zona de laderas que capta aguas de escorrentía puede afectar la biota del sector, que se trasladaría a la quebrada Santo Domingo que aporta sus aguas al río Sabandija, afluente del Magdalena”.

Por ello puede causar peligro, daño o riesgo a la salud pública a las comunidades asentadas aguas abajo del Sabandija, es decir, la población del corregimiento Méndez que se abastece de este recurso hídrico para su consumo.

“Estamos cumpliendo ”

El director del Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, afirmó que solo se está cumpliendo lo que dice el fallo del Consejo de Estado. “Este pronunciamiento lo que nos ordena es que las autoridades deben poner en marcha el relleno sanitario, estamos entregando todos los instrumentos a la Alcaldía”, dijo.

MÁS IRREGULARIDADES

La Contraloría General de la República añadió que durante el proceso no se adelantó una audiencia pública en la cual se dieran a conocer a las organizaciones sociales, comunidad, entidades públicas y privadas la existencia del proyecto, al igual que los impactos que podría generar.

Indicó además que la población de Armero - Guayabal no tuvo información sobre el cambio de uso del suelo, ni de la modificación de la licencia ambiental.

También se hace mención a la construcción de un muro de 14.30 metros, y el constructor lo cobró como si fuera de 15.24, por lo que se configura un presunto detrimento patrimonial por 11 millones 339 mil pesos, entre otras anomalías evidenciadas en el proyecto de relleno sanitario en este municipio.