El colegio de Suárez, en riesgo de venirse al piso

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
Los estudiantes que a diario reciben clases en esta institución temen por sus vidas. En las paredes ven cómo el deterioro va en avance. La comunidad espera ayuda de los gobiernos nacional y departamental.

El único colegio que tienen los jóvenes en Suárez no pasa por su mejor momento: allí los paredes cada día amenazan con caerse, poniendo en riesgo a los estudiantes que cada día reciben sus clases en esta infraestructura.

Se trata de la institución educativa Santa Rosa de Lima, sede principal cuya construcción, al parecer, no se hizo teniendo en cuenta el suelo de la zona, razón que estaría originando que algunos muros cedan y que sean constantes sus grietas.

Así es la situación

EL NUEVO DÍA estuvo en el lugar y evidenció la situación que fue confirmada por el rector del colegio, Francisco Miranda, al afirmar que la mayor necesidad que tienen es en infraestructura.

“Pese a que hagamos algunos trabajos no son suficientes, porque la inversión que se requiere es grande, tendríamos que demoler todo para volver a construir de nuevo y eso costaría alrededor de mil 800 millones de pesos”, contó el rector.

Según explicó sobre esta situación, ya han sido varios los acercamientos que han conseguido hacer, pero para ese propósito se requiere de un trabajo en conjunto.

“Ya se hizo un reconocimiento de los suelos con la administración anterior, donde se encontró que ese era el problema, y pese a que hemos tenido contacto, no hemos concretado la reconstrucción con el Ministerio de Educación”, señaló.

Los estudiantes también mostraron su preocupación por el plantel: en los salones y en el laboratorio el daño se percibe a simple vista, situación que preocupa a los docentes, ya que, afirman, dictan sus clases con temor.

Más temas delicados

La institución tiene más de 600 estudiantes y se divide en 15 sedes, desde la vereda Las Mesas hasta La Cañaverales.

Moreno afirmó que la deserción escolar es muy poca, pero que el mayor problema está en que en el municipio hay desempleo.

“Hay ocasiones donde la madre me dice: ‘rector, tengo que irme por falta de trabajo’, pero luego vuelven porque no consiguieron y eso hace que los niños se atrasen y salgan del colegio”, comentó.

Y dijo que otro de los factores que allí se presentan es que cuando salen los jóvenes bachilleres, y se trasladan hacia las ciudades capitales; allí es donde tienen sus hijos, por esa razón, Suárez en los últimos años no crece en el número de su población.

Por último, señaló que le preocupa que en 2013, se graduaron 44 estudiantes de Undécimo y en preescolar este año hay menos de 35, por lo que la tendencia es a la disminución.

Credito
CLAUDIA RESTREPO

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