La apertura del viaducto de El Tigre: un verdadero ‘vía crucis’

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
La obra que se esperaba que fuera inaugurada a las 10 de la mañana, tuvo un retraso de cerca de nueve horas. La situación tuvo incomunicado al centro del país con el occidente. Miles de personas se vieron perjudicadas. El Director Nacional de Invías hizo fuertes reclamos a raíz del retraso.

Como si el clima estuviera en contra de la entrega de la obra final del Viaducto El Tigre, la lluvia fue el primer impedimento para que se inaugurara por segunda vez esta obra, y es que la hora prevista desde hace más de 15 días cuando se anunció el cierre de la vía Ibagué - Cajamarca nunca se cumplió.

La situación llevó incluso a que el director Nacional de Invías, José Leonidas Narváez, se saliera de ‘casillas’ y pidiera que los trabajos se agilizaran, ya que tenía a gran parte del país incomunicado, además de varios terminales represados por la demora en los trabajos.

Mientras este panorama se veía en el acceso final para llegar a Cajamarca, miles de personas esperaban a lado y lado de la vía poder transitar, ya que desde el sábado a las dos de la tarde se empezó el cierre del tramo que, como decían algunos, puso en ‘jaque’ la movilidad de la zona.

Muchos decidieron servirse de algunos buses que los llevaban hasta el cierre de la vía, y como podían pasaban el viaducto con la esperanza de encontrar un vehículo que los llevara a su destino final.

Pero no fueron los únicos perjudicados: los conductores de vehículos pesados aseguraron que las pérdidas fueron cuantiosas, al igual que los pacientes del hospital Santa Lucía de Cajamarca que fueron trasladados en camillas por donde se adelantaba la obra y así ser llevados en ambulancia hasta el Federico Lleras Acosta.

A las 12 del mediodía, cuando se esperaba que los trabajos ya iban a ser entregados porque las lluvias habían cesado, se evidenció que este factor no fue el único impedimento que retrasó la entrega total de este viaducto que hace algunos años fue inaugurado por el exministro Andrés Uriel Gallego.

Solo uno de los accesos mostraba avance, ya que en el del lado de Cajamarca aún faltaba mucho y fue precisamente lo que demoró aún más de los trabajos, hasta se escuchó que algunos materiales no los tenían listos.

Del optimismo a la preocupación

José Leonidas Narváez, el director Nacional de Invías, se mostró inicialmente muy convencido de que a las cuatro de la tarde los conductores ya podían pasar por el viaducto y señaló que solo el problema de la demora se trataba del clima y del fuerte aguacero que cayó.

“Los atrasos han sido fundamentalmente por factores de lluvia que han afectado el rendimiento de los trabajos, entre otros imprevistos en ejecución de la obra de acuerdo con un programa que había presentando el contratista y esperamos dar paso controlado sobre el viaducto”, dijo el alto funcionario asegurando que a las cuatro de la tarde estaría habilitado.

Y recordó que las obras que se hicieron corresponden a los accesos para que se ingrese de manera segura tanto por el lado de Ibagué y Cajamarca, “en este último punto se hizo la construcción de dos muros sobre la vía existe, y se hizo un relleno hasta llegar al mismo nivel para la circulación de los vehículos”.

Narváez indicó que el valor de los últimos trabajos que se hicieron fueron de seis mil millones de pesos, pero que todo el viaducto superó los 20 mil millones.

El drama de los conductores

Miltón Cortés, uno de los tantos afectados por la demora en la apertura de la vía, aseguró que llegó a la zona pensando a que las 10 de la mañana de ayer ya se habilitaba la vía, por lo que la carga que llevaba en su camión debía ser entregada con urgencia.

“Nadie nos indica nada, solo estamos esperando e incluso nos tocó pasar la noche dentro del carro y lo que más nos preocupa es que las empresas donde trabajamos nos ponen problema y hasta nos pueden sancionar”, afirmó el conductor.

Y dijo, además, que no se podían movilizar del lugar donde quedaron ubicados, porque si se trasladaban los costos se les aumentarían.

El drama también se vio en el sector de Boquerón, ya que al caer la tarde se veían cientos de camiones y motocicletas represados esperando que se habilitara la vía.

Enfermos también en problemas

Al mediodía de ayer ya eran cuatro los pacientes que fueron trasladados a Ibagué, desde el hospital Santa Lucía de Cajamarca.

Elsa Castro, enfermera del centro asistencial, dijo que la demora en la apertura de la vía generó que algunas personas que requerían ser atendidas en Ibagué, fueran pasadas en medio de la maquinaria para poder hacer transbordo a una ambulancia.

“La dificultad es para pasar los pacientes, pero la Policía nos ha ayudado”, comentó la profesional de la salud, cuando trasladaban a un niño de ocho años por una posible apendicitis a Ibagué.

Credito
CLAUDIA RESTREPO ENVIADA ESPECIAL

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