En esta historia el ganador no es solo el estudiante, sino también su núcleo familiar. Su mamá durante 13 años lo sacó adelante y le dio educación con un puesto de arepas. Ahora que se va las emociones son contradictorias.

Mientras piensan que esto es lo mejor que les pudo haber pasado, no niegan que el sacrificio es la palabra que se deben tatuar para los próximos años.

Los protagonistas

Se trata de Billy Joel Sánchez Reyes, y su mamá Milena Astrid Reyes, quienes desde el momento que conocieron la noticia de las becas para educación superior que otorgaría el Ministerio de Educación no han parado de celebrar, ya que Billy es uno de los ganadores.

Al tener su puntaje de Icfes y cumplir con los requisitos del Sisbén, se presentó a la Universidad Javeriana y fue admitido para estudiar Ingeniería Electrónica, sueño que este joven estudiante cada vez lo veía menos alcanzable.

Y es que Billy cuando salía con su mamá e instalaban el puesto de arepas en una esquina en el Líbano, al norte del Tolima, tenía la ilusión de poder capacitarse fuera del municipio; pero cada año que pasaba ese ideal lo veía imposible.

Pero las ganas de salir adelante sobrepasaron los pensamientos negativos que muchas veces llegaron a la cabeza de este joven que siempre se había destacado en el estudio, aunque sabía que la economía de su casa no alcanzaba para cumplirlo.

Su mamá solo le había prometido un curso en esta población, porque consideraba que el puesto de arepas no le daba para más.

“Para mí es un orgullo que mi hijo sobresalga entre muchos otros, y él se lo merece porque es muy estudioso y tiene capacidades”.

Esta mujer que ha sobresalido a muchas dificultades en su vida, por ser madre cabeza de familia, dice que el momento más duro será cuando se despida de su hijo, porque no sabe cuando lo volverá a ver.

Lo que sigue para ella

“Yo ya me estoy preparando, porque sé que eso va a suceder; y es bueno que Billy no deje pasar esta oportunidad, porque yo siempre quise estudiar una carrera universitaria pero nunca se me cumplió el sueño”, afirmó.

Dice que los primeros meses no serán fáciles, pero que ya le ha dicho a su hijo que recuerde cuando empezaron con el puesto de arepas, porque antes era pequeño y poco a poco se fue creciendo y, que a él, no le ha quedado grande nada.

“Si no le salía esa beca, Billy no tenía opción de viajar a Bogotá y menos pensar en un universidad tan cara, y siempre me decía que quería estudiar Ingeniera Electrónica, pero una cosa era que él lo dijera y otra que en realidad pasará”, comentó.

Señaló su mamá que sin lugar a dudas la beca le va a cambiar la vida a su hijo, “es una oportunidad grande, porque sus demás familiares e incluso yo, no tenemos esa clase de apoyo”.

Milena Astrid Reyes se quedará con su otro hijo, un niño de ocho años que empezará a ayudarle en el puesto de arepas como lo hizo Billy a la misma edad.

“Viendo todo lo que ha pasado con su hermano, dice que quiere estudiar idiomas y ser un futbolista profesional”, comentó la madre de este estudiante.

“Es un reconocimiento de todos”

Billy Joel Sánchez Reyes es un joven arriesgado y decidido, así se percibe cuando se le escucha hablar de la importancia de la beca. Asegura que es la oportunidad más grande que ha pasado por su vida, ya que no se ve todos los días.

“Mi sueño siempre ha sido estudiar Ingeniería Electrónica, es una posibilidad de salir adelante y es un proyecto de vida que siempre había tenido, pero no le veía tan fácil y pensaba que primero debía trabajar y luego estudiar.

“Incluso, llegué a programarme para que en cinco año o más, mi sueño se hiciera realidad. Porque la única opción que tenía era ponerme a hacer otras cosas, para cumplir mi sueño”, contó.

Pero en su mente nunca estaba el no estudiar, siempre quiso obtener un buen puntaje en el Icfes, para poder ingresar a una universidad pública, nunca se imaginó poder entrar a la Javeriana.

“Cuando el Presidente de la República salió por la televisión diciendo lo de las becas, pensé en ganarme una de esas, pero preferí no ilusionarme con el tema, ya que ese anuncio se dio días antes de que entregaran los resultados.

“Pero cuando los vi, la alegría fue muy grande y desde ese momento empecé a realizar todas las vueltas que me pedían y de inmediato miré las universidades, los programas, las materias; estaba pendiente todos los días de las noticias para saber qué nuevo anunciaban”.

Pero no todo es color de rosa para Billy, piensa ahora en cómo serán sus gastos, porque ya tiene incluso una fecha para el ingreso y quiere mirar dónde va a vivir y como será su rutina académica.

“Me darán lo del semestre y un subsidio de mantenimiento, pero cuando sean vacaciones quiero viajar y poder visitar a mi madre en el Líbano, porque no tengo familia en Bogotá. Solo sé que el principio será lo más difícil, me tocará mirar si me queda un día a la semana para poder trabajar y respaldar lo que el Gobierno me va a dar”.

Por último, quiso dejarle un mensaje a todos los jóvenes de su edad, para que frente a cualquier adversidad no dejan de soñar, Billy dijo que “no todos nacieron en una cuna de oro”.

“Por eso, quiero como proyecto de vida seguir estudiando, porque un solo título universitario no es garantía, después vendrá la especialización y luego gestionaré la maestría”.